Se ha muerto Betty Friedan. Filósofa, ideóloga y periodista. Y, sobre todo, una mujer valiente y comprometida que, como tantas otras -muchas de ellas anónimas-, tuvo el coraje de enfrentarse a su fangoso destino (Simone de Beauvoir), y a los convencionalismos sociales de su época, para dedicar su vida y sus energías a la causa femenina (que no, aunque también, feminista).
El feminismo ha sido, hasta el momento, el único movimiento social que no ha derramado ni una sola gota de sangre; aunque la sangre de las mujeres que, como Betty, no se resignan a ser "El segundo sexo" y reivindican, en su día a día, el derecho a decidir por sí mismas sobre su vida y su destino, sea derramada, casi a diario, por quienes no son capaces de admitir que sus días de bárbaro poderío han llegado a su fin.
4 comentarios:
In memoriam. Me uno a tu discurso, Mármara. El mundo se queda un poco más solo hoy...
Tempus dixit.
Sí, la verdad es que cuando gente así falta se nota y mucho; una pena la muerte de esta gran mujer.
un bonito homenaje mármara
Dice Amelia Valcarcel, en la necrológica que le dedicó ayer, lunes, en "El País", a Betty Friedan:
"[...] gracias, Betty, todas salimos contigo un poco, aquel día, cuando escapaste de Peoria, aunque no notaras, entonces, que nos llevabas contigo".
Y yo, por mi parte, pienso en todas las mujeres que no han podido, o no han sabido, escapar de su Peoria particular. Parea ellas, también, este homenaje.
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