Dice Lucía Extebarría en su artículo Elogio de la lectura (I) publicado en el Magacine de la semana pasada:
Yo sabía que había vida más allá de los bares. Lo había leído en los libros.
Me gustaría hacer algún comentario al respecto de esto, y de otras cosas que confiesa en este artículo, pero no puedo. Me ha dejado, literalmente, sin palabras.
5 comentarios:
Si es que, Marmarita, hay gente para la que la vida es un bar: con sus borracheras, sus resacas, sus euforias, sus encuentros y sus desencuentros. Qué le vas a hacer, menos mal que tenemos los libros.
No, si ya..., incluso conozco a unos cuantos ejemplares. Incluso yo misma he tenido momentos de esos.
Lo que me ha dejado turulata es la frase, que no sé por dónde la coger.
jajajajajaja: hay vida en los bares, borracheras, resacas y momentos estéticos-literarios bajos los efectos del alcohol (yo sólo quiero la vida en un bar decadente, con olor a wc y música de fondo francesa por ejemplo: el pastís (por rambla santa mónica)Conjugar libro y bar es una interesante experiencia
Conozco a una que decía, hablando de otra: es como un mueble-bar, más bar que mueble. Que también se puede aplicar a la viceversa, más mueble que bar.
Se me ocurre que, en este caso, podría decirse: es como un libro-bar, más libro que bar, o viceversa.
¿Será por ello, oye, que esta chica parece estar siempre "más allá" de todo?
Publicar un comentario