martes, febrero 21, 2006

La vida entrañable de las palabras


Mi padre hubiera cumplido, hoy, ochenta y siete años, pero hace casi veinte que se murió, víctima de una gripe que la falta de un pulmón convirtió en mortal.
El pulmón lo perdió en la Batalla del Ebro, cuando aún no había cumplido los veinte.
Cuando estalló la Guerra Civil, mi padre, había ido a examinarse a Madrid de 1º de Arquitectura. Sus amigos le hicieron una fiesta de despedida (por aquel entonces no eran muchos los que se embarcaban en ese tipo de aventuras) y uno de ellos le regaló esta caricatura, que encontré entre sus papeles, y que conservo, como tantas cosas suyas (dibujos, guiones de radio, críticas musicales, el borrador de una novela nunca terminada...), como un tesoro.
La Guerra Civil pasó una cruel factura a mi padre (y nos la ha pasado a nosotros, su familia), no sólo porque lo privó de su juventud (como le ocurrió a tantas personas en este país), sino porque le arrebató la posibilidad de ver crecer a su nieta; de conocer a su nieto; de comprobar que la familia que había formado con mi madre se ha mantenido unida, tal y como él soñaba, y, sobre todo, de ver como ha crecido en nosotros, sus hijos e hijas, la semilla que sembró con su ejemplo.
Mi padre fue un hombre callado, bueno, amable, cariñoso, honrado, leal y honesto, que prefirió mostrarnos el camino con sus actos, en vez de reprimir nuestras conductas, o castigarnos, cuando no nos portábamos bien. Disculpó nuestros errores, nos apoyó cuando lo necesitamos, reconoció nuestros logros, y, sobre todo, dejó que cada cual eligiera su camino, aunque no coincidiera con lo que a él le hubiera gustado.
Hoy, casi veinte años después de su muerte, aún lo echo de menos.

lunes, febrero 20, 2006

La vida perversa de las palabras: PATRIARCADO


El patriarcado es una toma de poder histórica, por parte de los hombres, sobre las mujeres [...]. Dicha toma pasa forzosamente por el sometimiento de las mujeres a la maternidad, la represión de la sexualidad femenina, y la apropiación de la fuerza de trabajo total del grupo dominado del cual su primer, pero no único, producto son los hijos.
(Victoria Sau. Diccionario ideológico feminista. Barcelona 1981)

domingo, febrero 19, 2006

La vida desvirtuada de las palabras


Amor.(Del lat.amor,-oris).m. 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
¿Qué parte será la que no entienden?
 
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