Horrorizada vengo del cine. Horrorizada e indignada. Ocho años se ha tirado este impresentable en escribir un guión en el que, so pretexto de hacer una sátira sobre el mundo judío, plasma su anacrónica y androcéntrica visión del mundo.
¿Os acordáis del anuncio de Viña Albina? Pues lo mismo.
Resulta que Rafi, el papel que hace Uma Thurman, se enamora de un muchacho catorce años más joven que ella. Por supuesto, no acaban juntos. Es imposible, con tal diferencia de edad, la cosa no puede salir bien. Y no sale. ¡Hasta ahí podríamos llegar!
Sí le sale a pedir de boca a Harrison Ford (por poner un ejemplo, uno de tantos) que se enamora, en Sabrina (y sus amores), de Julia Ormond, treinta y tantos años más joven que él. Él sí puede enamorarse de una jovencita y tener opción a un futuro prometedor. Al revés, no, por supuesto que no. ¿Donde va una carroza de treinta y siete, con un muchacho de veintitres? A ninguna parte.
Estoy hasta la punta de la caipirinha de tanta tontería, tanto machismo, tanta estupidez y tanta mierda.
No me arrepiento de haberos destripado la peli. No vayáis. No merece la pena gastarse el dinero en ver semejante panfleto machista.