Preocupadas, por esta circunstancia
—Dormir diez horas diarias.
—Alimentarnos acorde a las necesidades de los duros entrenamientos.

Primera cena en el hotel, después del viaje y los primeros 18 hoyos de rigor
—Dedicar el tiempo necesario al relax siesta y el enriquecimiento espiritual lectura.
—Mejorar el swing en la cancha de prácticas y ensayar los approach y putts en el putting green, antes de salir al campo.
—Mejorar el swing en la cancha de prácticas y ensayar los approach y putts en el putting green, antes de salir al campo.
Todo preparado para iniciar la dura jornada
Momento de tensa espera, ante la lentitud de la partida anterior
—Realizar una sesión diaria de circuito termal, con la aplicación de chorros en las partes más castigadas de nuestras anatomías, con posterior periodo de meditación y revisión de golpes y estrategias.

Momento de tensa espera, ante la lentitud de la partida anterior

Piscina exterior de aguas termales, ideal para sesiones de meditación y relax
Patín del lago del hoyo 17 ajeno a la que se le venía encima
Cumplido el plan a rajatabla, nos presentamos al importante torneo para el que, tan a fondo, nos habíamos preparado. Un horror. Y otro horror, y otro.
Que, ¿cómo es posible? Después de mucho rompernos la cabeza hemos llegado a la conclusión de que algún alma perversa y envidiosa nos ha lanzado la maldición de la Termomix.

Que, ¿cómo es posible? Después de mucho rompernos la cabeza hemos llegado a la conclusión de que algún alma perversa y envidiosa nos ha lanzado la maldición de la Termomix.

Si la envidia fuera tiña: ¡Mira que decir que la nuestra copa se parez al vaso de la Termomix...!
Es por ello, oyes, que hemos decidido ir a pasar el agua, al objeto de librarnos del mal de ojo y otros hechizos, o encantamientos, de los que, con toda seguridad, hemos sido víctimas.


Hoyo 9: ¿Inofensivas ranitas, o maléficas brujas camufladas?
Marcelilla ha solicitado el concurso de un hada buena, que la librará de todos los males, a la par que limpiará su aura y bendecirá su nuevo driver.
Yo, por mis partes, marcho un poquitín hasta el mágico país vecino, Portugal, con la mi M. Viaje que seguro, seguro, me pone la cabeza en mi sitio y aleja de mí todos los fantasmas de los torneos pasados.
Yo, por mis partes, marcho un poquitín hasta el mágico país vecino, Portugal, con la mi M. Viaje que seguro, seguro, me pone la cabeza en mi sitio y aleja de mí todos los fantasmas de los torneos pasados.
PD:¡Temblad, golfistas, temblad! Volvemos en septiembre, dispuestas a hacernos con todos los vasos de Termomix que haga falta. Ea.
Y la que sea fea, que haga los recaos de noche.