jueves, marzo 03, 2011

La vida viajera de las palabras



Ni soy Audrey Hepburn ni me acompaña Gregory Peck, pero me voy a pasar estos días de Carnaval a Roma.
Que sepáis que cuando estuve allí por primera vez, hace la friolera de treinta años, con la mi Váyolet, tiré unas monedillas a la Fontana de Trevi y, oyes, ¡qué han surtido efecto!
La crónica, a la vuelta (D. m.).
Ci vediamo, caras.
Arrivederci.
 
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