sábado, enero 31, 2009

La vida partidista de los fotogramas


(Amanece, que no es poco. Y si amanece así...)
Este medio día, mientras daba mi preceptivo paseo con Tiza y Bilbo, me encontré a un par de ex alumnos que, aparte del nombre, Adrián, comparten condición: fracaso escolar. Uno de ellos dejó el instituto a los dieciséis, al finalizar 2º de ESO. El otro lo abandonará este año, cumple los dieciséis en septiembre, sin obtener la titulación correspondiente, para ponerse a trabajar en cuanto pueda.
De ambos he oído la misma frase: Tengo unas ganas de perderlo de vista...
El más joven me confesó que lo habían expulsado un mes, por acumulación de sanciones, y porque la última fue muy gorda.
-El de apoyo me llamó subnormal, profe, y claro, me levanté y le dije que le iba a quemar el coche. Porque él puede insultarme y hacer lo que le dé la gana, pero luego cuando lo dices en Jefatura (de Estudios) nadie te hace caso.
Esta noche fui a ver "La Clase". Mucho más apropiado me parece el título francés "Entre les murs" (qué jodía costumbre tenemos en este país de retitular las películas).



No, hoy no voy a reventar el argumento. Sólo pondré la frase que le oí a un espectador:
-Dicen que tenemos que verla todo el mundo para que sepamos con qué se encuentran cada día los profesores.

jueves, enero 29, 2009

La vida emponzoñada de las palabras y las imágenes

Resulta que hoy el es cumple de Aurora, alias La Bella Durmiente. No la de Perrault, o la de los Hermanos Grimm, ni siquiera la de los cuentos de hadas que se transmitieron durante siglos gracias a la tradición oral. No. La que hoy cumple cincuenta tacos es la de Disney, la única que cuenta, por aquello de que las imágenes cinematográficas, esas que van directamente al núcleo duro de nuestras emociones sin pasar por el filtro de la razón, valen más que cienes y cienes de palabras.
Es decir, que gracias a don Disney, varias generaciones de mujeres, hemos crecido construyendo nuestro imaginario sentimental, incluso nuestra imagen como mujeres y (futuras) esposas, sobre las premisas que marcaron un par de misóginos (Parrault y el susodicho). Varias generaciones de mujeres hemos soñado, alguna vez (y la que lo niegue ya se lo está haciendo mirar), con que un príncipe encantador nos rescatara de nosotras mismas y diera sentido a nuestras inútiles vidas. Porque ésa, y no otra, es la moraleja del cuento.
(Barbie y Kent en el papel de Aurorina y el su Príncipe Azul)
Veamos. Resulta que el papá y la mamá de Aurorina, de profesión monarcas, no pueden tener descendencia. Gracias a las artes máginas, se embarazan, pero en vez de dar a luz a un varón, legítimo heredero del reino, van y tienen una rapaza. Primer contratiempo: las mujeres no estamos preparadas para reinar y no les va a quedar más remedio que entrar en negociaciones con algún reino vecino, que terminará por anexionarse al de Aurorina.
Y luego va, y resulta que la chavala les sale atolondrada (segúndo, y peor, contratiempo), díscola (que no autónoma), bordeline (entre las gracias que le concedieron las hadas no estaba la de la inteligencia), curiosona (chungo, si eres mujer la curiosidad te está vedada) y, lo que es peor, desobediente. Porque, vamos a ver, ¿quién le mandó subir hasta la torreta aquella y ponerse a hilar? Que, mira que se lo habían advertido, ¿eh?, pues, oyes, que no hubo forma. Y, claro, se pinchó y la pició. Menos mal que tuvo la suerte de que un príncipe se fijó en ella y la salvó, a ella y a todo su reino, de la desgracia.
O lo que es lo mismo: si eres mujer, lo tuyo es estarte quietecita, que estás más mona, hacer lo que te manden sin rechistar y dejarte de andar curioseando por ahí, que te pierdes, como el gato.
(La atolondrada, rubia, alta, mona de la muerte, cinturina de avispa, 100B, haciendo de las suyas por el palacio)
Y todavía hay algunas (infelices) que piensan que son ellas mismas, consigo mismas, las que deciden dejar los cargos directivos de los centros educativos en manos de tres de los cinco varones que componen su claustro (25/5), o que no entran en la Real Academia de la Lengua, por ejemplo, porque es mucho más importante dedicarse a al sostenimiento de la intendencia del hogar y la crianza de sus vástagos (que se conoce que no han oido hablar nunca de María Moliner). O que las que traspasan el techo de cristal, o son unas solteronas amargadas, o unas insatisfechas con su vida familiar.
En fin.
Dicho todo ello, y como no nos queda otra que darle una vueltecita de tuerca a nuestro (ideal) acervo cultural, aquí os dejo una versión moderna de La Cenicienta mucho más constructiva y edificante que la de Disney y compañía, escrita e ilustrada por Nunilo López Salamero (palabra) y Myriam López Salamero (imagen), para que, si alguna vez tenéis que contar alguno de estos cuentos, os sirva de inspiración, les deis una patada en el trasero a Perrault y a Disney y, de paso, contribuyáis a desmontar los estereotipos que tanto daño han hecho, y siguen haciendo, al género femenino. Y al masculino.
(Pincha sobre la imagen para seguir el enlace)
PD: Y ahora sí, me voy a ver los DOS capítulos de la sexta temporada de L que he grabado y atesorado para regalármelos hoy mismo, que llevo unas semanitas trabajando cual Cenicienta y, encima, sin una princesita lila que echarme al coleto.

lunes, enero 26, 2009

La vida estupefacta de las palabras y las imágenes

Se está produciendo en Italia, desde hace una temporada, una oleada de crímenes sexuales, contra mujeres. Qué tontería, ¿verdad?, eso de especificar que los crímenes sexuales son contra las mujeres, y las niñas, y también los niños que van al catecismo, por ejemplo. Bueno, pues lo especifico, por si acaso a alguien le cabía la menor duda.
Y va, y dice, el simpático de Silvio Berlusconi, que sería dificilísimo evitar estos actos porque: [...] "Deberíamos desplegar tantos soldados como bellas mujeres italianas. No lo lograríamos nunca".
Parece ser que este simpático caballerete sólo pretendía hacer una de sus bromitas de costumbre. Que, oyes, total, eso de que te violen es cosa de chiste. O que, a lo mejor, es que como las mujeres italianas son tan guapas, pues ellos, los que las violan, no se pueden de resistir (hay que los comprender). O, también, que es que lo van buscando, ellas, que, además de guapas, me llevan unas trazas que incitan (al pecado).
Y digo yo, si los soldados italianos tienen en la cabeza lo mismo que los ingleses, no les arriendo la ganacia a las mujeres italianas.
Imágenes publicadas por EPS en su edición del 21 de diciembre de 2008
Otrosí digo: Después de ver estas bonitas instantáneas casi que no me extraña que en Egipto hayan muerto DOSCIENTAS mujeres a manos de sus familiares (varones) durante el primer semestre de 2008. O que en España, sin ir más lejos, hayan sido asesinadas más de SETENTA, durante el pasado año. Fuente: El País, domingo 25 de enero de 2009.
Y más: ¿Todavía hay quien se crea que es lo mismo ser hombre que ser mujer?
 
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