martes, noviembre 15, 2011

No con mi voto




Ni para ti, porque antes me corto las manos con las mismas tijeras con las que recortas todo lo público.

Ni para ti, porque desde que llegaste no has dejado títere con cabeza; porque nos has demostrado, en apenas seis meses, de lo que es capaz la derecha cavernícola y reaccionaria, que convierte en feudo los territorios que gobierna. ¿A quién querías engañar con tus aires de salvador de la Patria Asturiana? Vale, sí, engañaste a un puñadín, el mismo puñadín que, según todos los sondeos, no te va a dar NI UN PUTO ESCAÑO. Ese escaño que tanto deseas para volver a abrirte paso en la política nacional.

Ni para ti, porque estoy hartita de que vayáis con los (masculino y plural) de la feria y volváis con los del mercao y, a mayores, ni os aproximéis a la paridad.

Ni para ti.

Bien que lo siento, Alfredo Pérez Rubalcaba, Alfredo, Rubalcaba, por mí y por todas mis compañeras, pero, en esta ocasión, ni voto útil ni leches en vinagre.
Como dice Maruja Torres en su artículo de EPS, este mismo domingo, “Quiero usar los codos, los dientes, el voto, para abrir otro tipo de agujero en este sistema que ya está podrido, pero desde el que sus purulencias caen siempre sobre los mismos. Agujeros nuevos por los que entrar para reventarlos”.
Además, ¿no tienen tantas ganas de gobernar? Pues que gobiernen, ¡leches!, a ver si se enteran de lo que vale un peine.
Vamos a jodernos, Rubalcaba, Alfredo, pero, mira, igual la debacle que se nos/os avecina os/nos sirve para que hagáis, de una puñetera vez, un sano e imprescindible ejercicio de autocrítica y deis paso a otra generación menos emponzoñada, más limpia, menos soberbia, más ilusionada, menos anquilosada, más abierta, menos continuista, más rompedora.

Para el Senado, voto nulo.
Para el Congreso, Equo.
 
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