jueves, diciembre 31, 2009

Adiós 2009, tanta gloria lleves como descanso me dejas, jodío*.

El 2009, por qué no decirlo, no ha sido el mejor año de mi vida. No es que los que lo precedieron fueran para tirar voladores, no, pero éste, además de todas esas cosas con la que la vida suele sorprendernos, desagradablemente, de vez en cuando, ha sido un año de grandísimas pérdidas, para mí. De pérdidas que me han dejado tocada. Muy tocada. Tan tocada, que no sólo he perdido el humor, si no que me han dejado un poso de tristeza del que me está costando deshacerme.
Soy consciente, por mucho que me duela, por mucho que la eche de menos, que mi tita del alma, mi tía E., tenía noventa y nueve años y estaba tan harta de vivir que, verdaderamente, descansó.
Pero J. tenía cincuenta y cinco, y era de esas personas que disfrutan tanto con todo que hacía disfrutar a quien tenía cerca. Era cariñoso, divertido, gracioso, entrañable, amigo de sus amigos y muy, muy generoso. Con él compartí algunos de los mejores momentos de mi vida; me reí hasta la extenuación, me emborraché hasta la inconsciencia, me puse hasta las trancas, amanecí, desayuné, comí, merendé, cené y disfruté; hablamos de lo divino y lo humano en interminables veladas, en su casa, en la mía, en la de amigos comunes, aquí, en Madrid, donde vivía; disfruté de su hospitalidad y con su compañía; me cuidó, cuando lo necesité, y estaba cerca, porque pasó la mayor parte de su vida viajando por todo el mundo; me apoyó, animó, valoró. Fue cómplice y compañero. Y me quiso, como yo lo quiero a él, como lo querré siempre, sin fisuras.
(J. en la Santa Sebe, el 23 de diciembre de 2008, la última noche que compartimos)
El 2009 no ha sido un buen año para mí. Casi diría que ha sido el año de los desencuentros, aunque también el de los maravillosos encuentros. He tenido muchos desencuentros, algunos dolorosos, con personas en las que confiaba; y broncas; problemas en el trabajo y por el trabajo. También ha habido buenos momentos y algún que otro logro profesional muy gratificante.
Pero lo que me ha salvado el año, gracias a los momentos inolvidables, llenos de risas, confidencias y, sobre todo, complicidades comico-cósmicas, han sido los encuentros con algunas de vosotras, a las que ya considero parte de mi vida.
Quizás por eso, este jodido 2009 quiso poner la guinda, o colofón, a estos encuentros y regalarme un día mágico, del que la mi Marcela ha hecho cumplida crónica, en el que ella misma, Calvin, alias la mi Canyon of Colorado, Prófuga y yo, nos encontramos a Mitadelcamino entre Galicia y Asturias, un Mitadelcamino muy entrañable para mí, para darnos un
homenaje gastronómico, en forma de arroz con bogavante, el homenaje de nuestra conexión cósmica, a la par que cómica y, lo que es más importante, el de nuestra amistad.
(Rememorando a Blau, y su Drac)
(Langostino sadomaso momentos antes de ser devorado por la mi Marcelilla)
*Que si no fuera por lo de las conexiones comico-cósmicas, y algún detalluco más, que me has regalado era para tacharte del mapa.
Que el 2010 sea benévolo y generoso con nosotras y nos regale muchos momentos tan mágicos, o más, como los que hemos vivido, juntas, este año.
¡BAI, BAI, 2009, GÜELCOM 2010!
 
Free counter and web stats