sábado, marzo 11, 2006

La vida secreta de las series televisivas


El próximo miércoles vuelve a nuestras pequeñas pantallas, de pago, MUJERES DESESPERADAS, serie denostada, donde las haya, en los círculos feministas de muchitísimo pro.
Aquí, la que suscribe, feminista desde la cuna (obligada te veas, si has nacido en una familia en la que la proporción entre varones y mujeres es de cuatro a dos, y la madre que parió semejante prole es de las que, impulsada por una educación basada en la filosofía judeo-cristiana, de transición al franquismo -Sección Femenina e Hijas de María incluidas-, se empeña en perpetuar los roles de género), se confiesa fan total de esta serie y dispuesta a seguir todos los capítulos sin perder uno.
Resulta que MUJERES DESESPERADAS, se da bastante aire a, la tan celebrada, American Beautty (como se puede apreciar en este -documento- gráfico), pero, para variar, los presupuestos válidos para el protagonista masculino de la peli, no lo son para las mujeres de la serie. Y lo gracioso es que sean las feministas más recalcitrantes quienes más la critiquen. ¿Cómo se come eso? Que alguien me lo explique, porfa.
(Me acompaña, esta mañana, TOSCA, de Puccini -una de las favoritas de mi padre-, interpretada por la National National Philharmonic Orchestra de Londres, bajo la dirección de Georg Solti, con las voces de Kiri te Kanawa y Jaume Aragall, interpretada en la Opera de Gales y editada por DECCA en 1985 )

miércoles, marzo 08, 2006

Lo que no se nombra no existe


Probablemente, mientras se afeitaba ante el espejo una mañana, al ministro de Trabajo se le encendió una bombilla. Al llegar a su despacho decidió, con toda modestia, empezar una revolución social (El País, 5 de marzo de 2006). Así se sigue escribiendo la historia. Lo único que está haciendo el ministro con la Ley de Igualdad es llevar al Congreso una mínima parte de las reivindicaciones que las mujeres llevan décadas proyectando, debatiendo y defendiendo. A él le interesa cuidar al electorado, y a los sindicatos, cualquier cambio que se introduce vía negociación colectiva, es decir, que les refuerza.
El día que políticos, sindicatos (y articulistas progresistas, etcétera) dejen de presentar como propias las ideas que las mujeres llevan defendiendo tanto tiempo; el día en el que, en vez de hacerse ellos la foto, citen, con nombres y apellidos, a las mujeres que en españa y en Europa han investigado y denunciado hace décadas lo que ellos ahora nos explican, (pero sin errores, señor Caldera: por el mismo trabajo las mujeres y los hombre no perciben el mismo salario); el día en que el ministro negocie la Ley de Igualdad con las asociaciones de mujeres que llevan tantos años pidiéndola; el día en que, al presentar la Ley, dedique, en una entrevista de una página, al menos, ¡una línea!, a recordar el esfuerzo ingente de tantas generaciones de mujeres feministas para explicarnos (también a él y a su partido) lo que ahora es tan fácil ver, a honrar su inteligencia, su fuerza y su valor, ese día se habrá iniciado una revolución.
Carmen Sarasúa. Departamento de Economía e Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona. El País, 8 de marzo de 2006.
¿CUÁNDO LLEGARÁ EL DÍA EN EL QUE NO TENGAMOS QUE CELEBRARLO?

martes, marzo 07, 2006

Perlas envenenadas


[...] Mi madre, Santa Mónica, cuando iban mujeres a su casa llevando en el rostro señales de la cólera marital les decía: vosotras tenéis la culpa, culpad a vuestra lengua, que es improperio de sirvientas hacer cara a sus señores, lo cual no aconteciera si al leeros el contrato de matrimonio hubiereis comprendido que otorgabais un pacto de servidumbre y que, por eso mismo, conscientes de su condición, no se debían ensoberbecer ni gallear con sus maridos.*
Aunque, claro, aquí, el santo, vivió en el siglo IV y, desde entonces, ya ha llovido, ya, aunque sólo para algunas, a lo que parece.
Otros, prefieren seguir agarrándose a los argumentos con los que pretenden seguir ejerciendo el poder, que ellos mismos se arrogaron, suplantando, incluso, las prerrogativas del dios cuyos designios les sirven de para seguir considerando a las mujeres ciudadanas de novena categoría (porque no hay décima) y actuar en consecuencia.
¡Ya les vale!
*Citado por Mª Ángeles García, fiscal del tribunal Supremo y vocal del Consejo general del Poder Judicial, en su ártículo Moras y cristianas, publicado en El País, el lunes, seis de enero.

lunes, marzo 06, 2006

La vida cínica de las palabras

La CEOE, la mayor asociacion de empresarios de este país, que preside el señorito de la foto, ha dicho que la Ley Orgánica de Igualdad entre Hombres y Mujeres es un rejón de muerte para el diálogo social.
¿Muerte?, ¿de qué diálogo? ¿Del que permite los beneficios obscenos que obtienen las empresas a costa de esclavizar a sus empleadas?, ¿del que propugna la desigualdad de los salarios entre hombres y mujeres?, ¿del que favorece monopolio masculino en los cargos directivos?, ¿del que legitima los contratos precarios para mujeres?, ¿del que defiende los horarios interminables, pagados como media jornada?
¿A qué diálogo se refieren? ¿Cómo se atreven?
 
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