sábado, junio 14, 2008

La vida evocadora de los fotogramas



[...]
-Quizás tu concierto acabe así, de repente. No tiene por qué finalizar con violines y trompetas. Tu concierto puede ser como esta habitación, pequeña, con una cama, una lámpara, un niño durmiendo...
Y demasiada soledad.
 
Free counter and web stats