
Hela aquí, procedente del Sur peninsular, por obra y gracia de la ocurrencia, la simpatía, el humor, la ricura y la dadivosidad de Errante, alias mi (con permiso de su -ummmmm- señora) Flor del Azahar, mi última bolina, la primera de mi nueva colección (porque con ella doy por inaugurada una nueva y flamante colección de bolas parecidas, pero diferentes, porque es lo mismo, pero no é iguá), mi última sorpresa de Año Viejo, mi primer regalo de Año Nuevo.
¿No es ideal? ¿No es total? Porque, además, es que ¡TIENE MÚSICA! (es por ello, oyes, lo de la nueva colección). Sí, queridas lectoras, sí, es una BOLA MUSICAL en la que suena un bonito y entrañable villancico, made in USA, ése que dice que Santa Claus está en la ciudad.

Ahora bien, desde aquí os lo digo, lo más total, lo más ideal, lo que más ilusión me ha hecho, lo que más me ha emocionado (y conmovido) es que mi (con permiso de su -ummmmm- señora) Flor del Azahar se haya fijado en ella, se haya acordado de mí, la haya comprado y me la haya mandado, desde el otro extremo (literal) de la Península. Y que, a mayores, se haya comprado una igual.
Mira, mi (con permiso de su -ummmmm- señora) Flor del Azahar, tú dirás que yo soy la mejor, pero yo te digo a ti que eres de lo que no hay, de buena, de graciosa, de rica, de encantadora, de detallista y de todo-todo. Ea.