jueves, diciembre 28, 2006

La vida secreta de las palabras


La Bella Durmiente, como casi todas las heroinas infantiles, es una muchacha más bien tirando a sinsustancia, que para eso es mujer, antes que princesa. Mona, ella: alta, rubia, cuerpazo, tez pálida , ojos almendrados -¿verdes,quizás?-, mejillas sonrosadas, dientes de perla, labios de rubí... Mona, sí, pero sinsustancia, la pobre. Y desobediente, por más señas. Porque, vamos a ver, ¿no le ha dicho su padre, su padre, que no se le ocurra subir a la torre y, muchísimo menos, tocar ningún objeto punzante? Bueno, pues ella, que es de carácter inquieto, curioso e independiente (algo del todo reprobable en una mujer y más en una princesa -y si no que se lo pregunten a Letizia Ortiz), va, desobedece y ¡zas!, la arma. Ya no es que pringue ella sola por su curiosidad malsana, su desobediencia y su mala cabeza, no, es que por su culpa se fastidia todo el palacio.
Menos mal que, no se sabe de dónde ni por qué causa, aparece el muchacho, que es príncipe, se enamora de ella por su cara bonita (porque ya me dirás de qué se va a enamorar, el muchacho, si no cruzan ni media palabra) y aprovechando la circunstancia de que estaba dormida, y no se podía negar, la besa en los morros y la salva a ella y a toda su parentela.
Ella, agradecida (y emocionada, gracias por venir) no puede por menos que casarse con él, su salvador (y el de toda su parentela, servicio incluido), que es para lo que ha nacido toda mujer que se precie.
Y la bruja (mujer tenía que ser), malvada, envidiosa, rencorosa y vengativa, se queda con tres palmos de narices porque, a mayores, tampoco la invitan a la boda.
Lo que no se dice en el cuento es si la exclusiva se la dieron al ¡Hola!, aunque estoy por asegurar que sí.

martes, diciembre 19, 2006

La vida raquítica de las palabras



Cuenta Maruja Torres, en su artículo del domingo en El País, que la ferretería Bonaire, de Alicante, regala, exclusivamente a su clientela masculina, un calendario de bolsillo de 2007, en el que aparece el mapa cerebral femenino. Reproduzco el fragmento:
[...] ¿sabía usted que una parte nada desdeñable de nuestra masa encefálica -femenina, insisto-, la dedicamos a pensar en Zapatos? ¿Que la zona central la ocupa el apartado Generador de Dolores de Cabeza? ¿Conoce nuestros sectores Compras Compulsivas, Sensores para detectar Oro y para obsesionarnos con Aniversarios y Cumpleaños? ¿Ignoraba que tenemos un Centro de Limpieza de Inodoros, tan reducido, pobrecillas, como el de Conducción de Vehículos y como la Glándula de Iniciativa en el Sexo? Por fortuna, nuestro cerebrín –siempre según el gabinete del doctor Donaire– dedica un gran espacio al Centro del Rumor y el Cotilleo, a Habla, Habla, Habla; muestra bastante buen olfato para Todo lo que Brilla y goza de un buen reducto de Memoria para Telenovelas. Del tamaño de la glándula Ya te lo dije tampoco nos podemos quejar.
Sugiere Maruja que felicitemos, en masa, a la empresa por su valentía y desparpajo en el uso de la libertad de expresión, bien mediante correo electrónico (correo@ferreteriabonaire.com), bien mediante llamada a su número público de teléfono para ofertas y pedidos: 965 73 03 92.
Yo, ya he enviado un bonito correo electrónico. Mañana les pediré una partida de calendarios para repartir entre mi clientela.

miércoles, diciembre 13, 2006

La vida lúcida de las palabras


Creo que uno de los errores en los que caemos las mujeres es en pensar que lo que hacemos no es importante. Es lo más importante: si no hay orden, comida, cama cómoda, casita agradable y limpia, ropa a punto, calefacción funcionando, agua caliente en la ducha y un largo etc, no se podrían hacer el resto de las cosas. No se puede escribir un libro si las necesidades básicas no están cubiertas, o inventar o proyectar un puente o.... Bueno que es lo primerito y por lo tanto lo imprescindible y por ello lo más.
Ahora mi descubrimiento:
Cuando en el cole hacemos, las criaturas o yo, labores domésticas (ordenar la clase, limpiar las mesas, preparar la fruta, llevar los papeles al contenedor...) parece que son tareas que preparan para... para algo importante: pintar, escribir, cantar. Son como previos necesarios para otra cosa, en teoría, mejor. Las hacemos deprisa, sin tiempo, regañando porque lo que queremos es poder realizar la tarea "importante".
Y, gracias a vosotras y a lo que hablamos ayer, me he dado cuenta de que las mujeres nos echamos piedras en nuestro tejado también en esto. El hecho de recoger, o limpiar, o preparar la mesa es tan importante como lo que viene detrás puesto que sin ello no se podría realizar.
Entonces, dediquemos un tiempo concreto y relajado a hacer estas tareas, no en plan "venga, venga que tenemos que..." Enseñemos a las criaturas la importancia de estas acciones en sí mismas, el placer que nos proporciona el resultado y lo bueno que es hacerlo con tiempo y... ¿Quizá música? Lo bien que nos sentimos si disfrutamos con ello.
Nosotras mismas desvalorizamos estas labores no dándoles espacio real en el horario de clase. Entonces, ¿cómo queremos que los niños y las niñas hagan estas tareas con agrado, si las consideramos meras insidiosas actividades que preparan para hacer algo guay?
Aportación de una maestra al Seminario La Coeducación en Educación Infantil.

martes, diciembre 12, 2006

martes, diciembre 05, 2006

La vida vivida de las palabras (II)


La semana pasada me encontré a Los Delfines en la frutería. Lo mismo que Las Ardillas y Los Osos habían salido a hacer su ruta por las tiendas del barrio. Como ya son grandes (tienen cuatro años), cada cual lleva su propia lista de la compra.
En medio de una gran algarabía van pidiendo sus frutas, mientras la maestra llama su atención sobre el peso o la cantidad de piezas para comprobar que, efectivamente, se ajustaban a lo anotado en la lista. Tocan las frutas, comprueban su textura, discuten sobre el color, el tamaño...
¿Qué pone ahí? -pregunta Lara a su maestra señalando los números que aparecen en la báscula. 438 grs. -responde ella-, que es más de un cuarto de kilo. Queremos tres mandarinas, pero pesan más de lo que hemos decidido comprar ¿Qué hacemos? Después de una breve discusión deciden llevarse las tres mandarinas, aunque pesen más de lo previsto. ¿A quién le toca? Déjame mi lista.Tres naranjas. Dori pone tres naranjas sobre la báscula. ¿Qué pone ahí? 820 gramos, más de medio kilo. Tres naranjas pesan más que tres mandarinas. Eso es porque son más grandes. Mira, mira, una calabaza. No hemos apuntado calabaza en la lista. Es amarilla y tiene pepitas. Le toca el turno a las avellanas. ¿Qué pone ahí? 250 gramos. 250 son más que cien. Tienes que quitar algunas. ¿Muchas? -pregunta Dori. La interrogación se dibuja en el rostro infantil, que mira a su maestra en busca de ayuda. Unas pocas. ¿Qué pone ahí? 100 grs, los que necesitamos. Entran pocas avellanas en 100 grs. Porque son grandes. Son casi tan grandes como las castañas. Risas. ¿Tendremos suficiente?
Al volver del paseo toda la clase dibuja lo que más le ha gustado. Charlan. Discuten. Comprueban el tique de compra. Comentan. Escriben. Ponen su nombre. No harán planillas y planillas de emes, enes, unos y treses. No picarán ni colorearán ni recortarán las frutas del otoño en un libro de fichas. Anotan lo que necesitan. Escriben sobre lo que han visto. Dibujan lo que más les ha llamado la atención.
La escuela ha salido al barrio. El barrio entra en la escuela.

jueves, noviembre 23, 2006

La vida vivida de las palabras


Ayer, en la frutería de mi barrio, me encontré a Los Osos. Andaban visitando las tiendas del barrio y aprovecharon para hacer unas compras.
Necesitaban comprar algunas frutas que no tenían en su clase, es decir, que no habían llevado de sus casas para comerla a la hora del recreo, como hacen, desde hace años, cada día.
Con gran complicidad por parte de la frutera, iban haciendo su pedido con la ayuda de una de sus maestras. Que si un par de peras, que si tres mandarinas, que si dos plátanos. No, manzanas no, que las trajo Sergio, ni nueces, que las trajo Alba, ni avellanas, que tenemos muchas... La maestra iba nombrando y la frutera señalando. Frutas, verduras, frutos secos... Las criaturas nombraban, pedían, recordaban.... Llegó la hora de pagar y la encargada sacó el monedero de su bolso, aunque fue la maestra la que escogió el billete adecuado, mostrándolo al grupo.
La frutera se ofreció para poner cada fruta en una bolsa. La maestra agradeció el detalle, pero acordaron llevárselo todo en una misma bolsa para ahorrarse los plásticos.
Les hice una foto, a las criaturas y a sus maestras, frente al escaparate de la frutería, que ya estará en el corcho de su aula, junto a los dibujos que hayan hecho para conmemorar la visita.
Observe al grupo mientras se dirigía al paso de peatones. De dos en dos, de la mano, en grupo (que no en fila). Cruzaron la calle y entraron en la pescadería. Cuando me iba, el pescadero alzaba, con una sonrisa de oreja a oreja, un pulpo que todo el mundo quería tocar.
Esta mañana, cuando me iba a trabajar, me encontré a Las Ardillas, que también se iban de visita y de compras por el barrio.
Los Osos y Las Ardillas tienen tres años.

martes, noviembre 21, 2006

La vida secreta de los fotogramas


Vengo de la conferencia de Pilar Aguilar Cine y violencia de género que la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Avilés ha programado con motivo del Día Mundial contra la Violencia de Género.
Dice Pilar que las imágenes van directamente al centro neurálgico de nuestras emociones, sin pasar por el filtro de la razón y que por eso son tan efectivas; que esas imágenes con las que nos bombardean constantemente desde el cine y la tele (películas, series, anuncios publicitarios...) conforman nuestra visión del mundo, alimentan nuestro imaginario mediante una serie de mecanismos de los que la mayoría de espectadores y espectadoras no se percatan ante los cuales, por tanto, están inermes.
Avanzamos, nos concienciamos, promulgamos leyes... y mientras tanto, las imágenes siguen perpetuando los roles de género, los usos y costumbres de la sociedad patriarcal que alimentan la violencia contra las mujeres.
Mujeres que se rebelan contra el papel que se les ha asignado, que se salen del carril preestablecido, que no responden al rol que les han adjudicado. Mujeres a las que hay que castigar por su atrevimiento. Mujeres que pagan cara su osadía.
En los materiales que ha publicado el Instituto Asturiano de la Mujer, ¿Somos las mujeres de cine?, Pilar analiza la forma sibilina en la que directores, incluso progresistas, como Almodóvar, Fernando Fernán Gómez, Fernando León de Aranoa..., reproducen y contribuyen a perpetuar estos roles.
Impactante es el análisis que hace, por ejemplo, de la presentación de los protagonistas de esta bonita película que pasan, al menos una docena de veces al año, las diferentes cadenas.
Repasadla, por gusto, y ya me contaréis.

jueves, noviembre 16, 2006

La vida absurda de los sentimientos


Cuatro años de concienzuda introspección, autoconocimiento, búsqueda, reencuentro, recuperación, reafirmación. Cuatro años de clausura voluntaria, alejada del mundanal (aleja la tentación, y alejarás el peligro, me ha dicho siempre mi madre). Cuatro años, en fin, de celibato... Y, ¿para qué? Para ir a morir a la blanca doble.
¡Hay que se joder, mecagüenmimanto, hay que se joder!*
Me fijé*, me atrajo, coincidimos varias veces, cruzamos unas palabras, inicié un tímido intento de seducción, le vi el plumero, reconocí viejos esquemas, replegué velas (¡Vaya por Dios, qué mala suerte, más de lo mismo!), ignoró mi lanzamiento de tejos (sutil, pero lanzamiento, al fin y al cabo), pasó de mí, y precisamente por eso, porque pasa de mí...
¡Hoy he vuelto a caer rendida a sus encantos!
Decime la verdá, ¿no ye pa matame?
*Irrefrenable ataque de asturianía propio de los momentos más críticos, en los que le sale a una su esencia más esencial.
*Sí, sí, hablamos de Ojos Verdes (que, por cierto, los tiene azules).

sábado, noviembre 11, 2006

La vida olvidada de las palabras


(Claudio durmiendo plácidamente en su mata de hortensias)
Ayer recuperé a Claudio. Hacía varios años que no lo veía, que ni siquiera me acordaba de él.
Claudio nació en los años ochenta, coincidiendo con uno de mis enamoramientos. Durante el tiempo que viví en pareja, Claudio permaneció olvidado en una de las carpetas en las que guardo los proyectos que rara vez se hacen realidad. Lo recuperé cuando me separé y tomó la forma de un cuento infantil, que escribí al mismo tiempo que mi alumnado de entonces, en una secuencia didáctica que programé para desarrollar los textos narrativos. Escribimos un cuento, lo ilustramos, lo editamos y lo encuadernamos con el objeto de regalárselo a alguien de nuestro entorno. La copia que conservo es el segundo de los ejemplares de mi particular edición limitada.
De las estanterías de mi casa, pasó a las de una de mis amigas, y allí permaneció hasta ayer, que lo necesité para mostrar, en un curso sobre competencias lingüísticas, a un grupo de profesoras y profesores, que es posible enganchar a nuestro alumnado a la lectura y la escritura, si les damos una razón para ello, si lo que les proponemos tiene una finalidad ligada a la vida-vida.
Algunos de los cuentos que escribimos sirvieron de regalo para niñas y niños que hacían su primera comunión, o que cumplían años, por aquel entonces. Hubo quien decidió quedárselo y conservarlo.
Como ya se sabe que no hay casualidades en esta vida, cuando salí a pasear con Bilbo y Tiza, esta mañana, me encontré a una de las alumnas que estaban conmigo aquel curso. Se ha casado y tiene una niña de dos años, que irá a nuestro colegio en cuanto cumpla los tres. ¿Te acuerdas del cuento que escribimos cuando estábamos en 7º?- me dijo-. Pues, por poco me lo destroza, este trasto, el otro día.Si no llego a tiempo, lo descuartiza. Es de mala... -y añadió bajito- Se parece a su padre.

domingo, noviembre 05, 2006

La vida pública de las palabras


Antonio, vamos a llamarlo así, ha empezado este curso 1º de Primaria. Es decir, acaba de cumplir seis años. Según su maestra de Infantil, es un niño cariñoso, despierto, alegre y, cómo no, inquieto, en toda la acepción de la palabra.
Su tutora está hecha polvo porque Antonio es el niño más machacado de todo su grupo. El otro día recibió, en el transcurso de la mañana, cinco castigos. Por malo. El profesorado que comparte docencia con su tutora (inglés, música, E. F., religión y asturiano), ha decidido ponerle la etiqueta y ya, a estas alturas de curso, cuando aún no se han cumplido los dos meses desde el comienzo de la actividad escolar, no hay día en que Antonio no reciba varias reprimendas y sus correspondientes castigos, por malo. Las maestras y los maestros lo saben. Su grupo lo sabe. Su padre y su madre no tardarán en saberlo, si es que no lo saben ya. Él lo sabe. Es malo.
Los niños malos todo, todo, lo hacen mal. A los niños malos se les riñe, se les vocifera, se les castiga. A los niños malos se les aparta. Los niños malos sólo merecen castigos. A los niños malos no se les quiere.

miércoles, noviembre 01, 2006

Xagó


Ha vuelto el otoño. Ha amanecido uno de esos días tan nuestros - grises, brumosos, desapacibles-, que te invitan a quedarte en casa, arrebujada bajo la manta de cuadros, mientras la tarde transcurre plácidamente entre la película de la tele, el ratito de lectura, un pigacín*...
Hasta hace una hora, no ha dejado de caer esa lluvia fina y pertinaz que aquí llamamos orbayu, aunque eso no ha impedido que este par de seres peludos con los que convivo me sacaran de casa durante dos horas a disfrutar del ambiente otoñal.
Hubiera estado bien darse una vuelta por Xagó, no a darnos un baño, como el domingo, pero sí una buena caminata. No ha podido ser. Hoy ha tocado recogimiento, que está fenomenal. Aunque, tengo que lo decir, me encantan los paseos por la playa bajo la lluvia. El chubasquero abrochado hasta el cuello, el gorro impermeable calado hasta las cejas, los pantalones remangados hasta las rodillas y los pies en el agua.
*pigacín: pigazu* piquiñín.
*pigazu: sueño breve y ligero, de esos que te echas mientras ves una peli en la tele y no pierdes el hilo.

domingo, octubre 29, 2006

Regalo


El Universo me ha regalado un fin de semana de lujo.
Han sido dos días espléndidos, en lo climatológico, que ayuda mucho. Me levanté a buena hora, con el sol entrando a raudales por las ventanas, que dan al sur. He abierto las puertas de la terraza de par en par, y he desayunado leyendo el periódico, como una reina. Luego, he afilado mis lápices de colores, he puesto el Concierto para piano y la Suite de Peer Gynt (que vienen en el mismo disco) y he pintado mi mandala. Despacito, sin prisa, recreándome en los colores, como cuando era pequeña y coloreaba aquellos libritos, sólo que a mi aire, sin tener que pintar el tejado rojo y el sol amarillo. Ahora el naranja, ahora el morado, ahora el amarillo, otra vez naranja... Más contenta que unas pascuas, con la cabeza despejada y la energía renovada, he salido a pasear con Bilbo y Tiza, a leer mi periódico, a charlar con quienes, como yo, que pasean sus animales a esas horas de la mañana.
Y hoy, domingo, he ido a pasear por Xago, con mi amiga T. Al final del paseo nos hemos dado un baño. Ya dice Marcela, en su blog, que la primera impresión es tremebunda, pero luego el cuerpo se te aclimata, y ni sientes la frialdad. Sólo la caricia del agua y la sensación de que todo se detiene y sólo estás tú, con las olas, la arena bajo los pies y el sol recordándote que estás viva. Qué regalo para el cuerpo, y para el alma.
Casi flotando, he llegado a casa, donde este par de seres a los que idolatro, y me idolatran, me han recibido como sólo ellos me reciben. Hemos comido y, ¡zas!, al sofá. El señor de los anillos, me ponían hoy, ¿qué más se puede pedir?
Pedir, nada. Y, a quien corresponda, gracias, muchas gracias.

sábado, octubre 28, 2006

La vida pública de los fotogramas


El muchacho (con sobrero en la foto) es muy bueno. Valiente, leal, arrojado, listo, hábil... Fuma mucho, pero no afecta a su bondad. Que algo tiene que hacer, criándose, como se crió, en un barrio en el que las putas mejicanas se exhibían en la ventanas. Es muy bueno el muchacho. Que no por bueno tonto, ¿eh?, que se deja perder, pero en los últimos asaltos, y en los primeros lo da todo, el muchacho, hasta los dientes, pero luego se los ponen postizos y no se le nota nada en la sonrisa. Se deja perder porque con el dinero podrá pagar tres años el asilo de su padre. Sino, ¿de qué? ¿Es, o no es bueno, el muchacho? El amigo (sin sombrero en la foto) tiene mucho pa él. Alma atormentada. Bueno, también, menos que su amigo, pero bueno. Y que como tiene el alma atormentada y tiene que tomar no sé qué calmante por las secuelas de su pasado de boxeador, no está en lo que celebra, la pobre alma atormentada. Y se pierde.
La rubia es puta y medio panoli (lo digo por la cara y esa boquita entreabierta, como de pez, pero sin llegar a). Y con eso queda todo dicho y no hay por qué ensañarse, que bastante tiene, la pobre, con ese pasado... Las mujeres con pasado, ya se sabe, putas.
La morena. Siendo morena, ¿qué podemos esperar? Puta, mala, pervertida, desviada sexual (lesbina o bisexual, ella no lo tiene claro, yo tampoco). Y asesina, que siendo lesbiana y asesina, peor no puede ser.
La hermana de la morena. Una desgraciada. Que cuando sea mayor va a ser puta. Fijo.
La madre de la morena y de la futura puta, también puta. Y por si fuera poco, loca, borracha, traidora, asesina y suicida, que más no cabe.
Y la asesinada. Puta, lesbiana, arrastrada, guarra, desastrada (unas carreras me lleva en las medias...) y zorra, que por un papelillo de tres al cuarto se vende al mejor postor. Y luego nos extrañamos de que la asesinen y se ensañen. Si lo van buscando...
Ahora bien, el muchacho, que es muy bueno, y listo, ata cabos y venga al amigo. ¿Qué te creías, zorra, que te ibas a salir con la tuya? Y se va a vivir con la rubia (que no quiso tirársela, cuando ella se le ofreció en paños menores, la muy puta, por lealtad a su amigo, pero luego como era bueno -que no sé si lo he dicho-, pero muy, muy hombre, le echa un polvo de los que hacen época, sobre la mesa del comedor (que ella se había pasado la tarde cocinando y puso la mesa como pa un casting, pero que con tal de que me la metas hasta las amigdalas, me importan un rábano la mesa, y los candelabros y el pollo asado). Se la tira porque el amigo murió, ¿eh? Y, oyes, qué le vamos a hacer, a ti te asesinan y ya me quedo yo con tu novia para protegerla, que hay mucha gente mala suelta por ahí. Y eso que el muchacho, que es muy bueno, libró al mundo de varios desaprensivos y un par de putas rastreras.
Mirito Torreiro y yo coincidimos, un poco, en la crítica. Lo que no entiendo es por qué dice que James Ellory es un misógino importante. De Brian de Palma no dice nada, a ese respecto. Ni de otros respectos.
Y ahora, si os apetece, vais a verla.

miércoles, octubre 25, 2006

La vida lúcida de las palabras


El ejemplo no es la principal manera de influir en los demás, es la única.
Albert Einstein

lunes, octubre 23, 2006

La vida pública de los titulares



DOS DE CADA TRES NIÑOS ACOSADORES TIENEN PROBLEMAS CON LOS DOCENTES

En un estudio realizado por por la catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense, Mª José Díaz-Aguado a ochocientos alumnos y alumnas de 13 a 17 años de la Comunidad de Madrid, la catedrática relata el siguiente suceso.

La profesora echa a Manuel de clase por su mal comportamiento diciéndole:

-Vete de clase, la clase está mucho mejor sin ti.

Y el muchacho responde:

-También está mejor sin ti.

Y añade esta reflexión:

La base común de todos los chavales que ejercen acoso escolar sobre sus compañeros es que no encuentran su lugar en la escuela. Si a eso añadimos situaciones de riesgo y la contradicción de la propia sociedad, que en ocasiones justifica la violencia (el cachete de un padre a su hijo, por ejemplo), el resultado es el acoso a sus compañeros o sus profesores.

El País, lunes 23 de octubre

sábado, octubre 21, 2006

La vida déspota de las palabras


La profe de mate entra en el aula. Observa con displicencia al grupo de adolescentes que la aguarda con la libreta y el libro abiertos sobre la mesa, como ha indicado. Una libreta, ha dicho, nada de hojas sueltas, que luego no sabéis dónde las ponéis.
–Profe, le había dicho una alumna, es que yo uso un archivador y cuando llego a casa lo pongo en una libreta de anillas, así no cargo con tantas libretas (seis clases, seis libretas, seis libros, catorce kilos de peso en la mochila).
–He dicho libreta, y libreta, no se hable más. Que ya sé yo con quién trato.
La profe de mate pasea sus ojos por la clase y los detiene en la pizarra. Sonríe. No hay tiza, y como sin tiza no se puede escribir en el encerado, dictaré la lección. Y sin mediar palabra comienza a dictar una fórmula trigonométrica. El grupo protesta, no pueden seguirla, no se enteran (y tienen diecisiete, y cualquier motivo para la algarabía les viene bien). La delegada levanta la mano. Una inclinación de cabeza de la profe le indica que puede hablar.
–Si quieres voy a conserjería a por tizas...
–¡A Jefatura de Estudios! ¡Inmediatamente!
–Pero profe...
–Baja a Jefatura, ya.
–Y, ¿qué les digo?
La profe señala la puerta con el índice. La alumna baja a Jefatura y vuelve a subir. Al entrar de nuevo en su aula ve, al pie de la mesa, un trozo de tiza. Lo coge, lo pone sobre la mesa de la profesora y se sienta.
–¿Qué te han dicho en Jefatura?
La alumna se inventa una respuesta:
–Que si vuelvo a bajar por cualquier cosa que me ponen una amonestación.
En Jefatura han escuchado su versión, se han mirado y la han devuelto a su clase con un Anda, María (pongamos que se llama María), vuelve a clase y deja de dar la lata, que ya eres mayorcita.
La profe sigue dictando sus fórmulas, pero la clase ya se le ha ido de las manos. Todo el mundo cuchichea, comenta la jugada... La profe fija sus ojos en María.
–Quieres hacer el favor de callarte, ¿es que no has tenido bastante por hoy?
–Pero, profe, si está hablando todo el mundo, ¿por qué se lo dices a ella?
–A ti nadie te ha dado vela en este entierro, ¿quieres que te baje a Jefatura, a ti, también...
De pronto, sus ojos se detienen en el trozo de tiza que María ha dejado sobre la mesa. Vuelve a mirar a la alumna en cuestión.
–¿De dónde ha salido esta tiza?
–Estaba en el suelo, profe –responde María.
–Baja a Jefatura.
–Pero, profe, si yo sólo la he cogido del suelo...
–Es que no me has oído. Que bajes a Jefatura inmediatamente.
–¿Y qué les digo?
–Desde luego, María, lo tuyo no tiene pase.
La profe saca de su carpeta un Parte de Incidencias.
–¿No era esto lo que estabas buscando? Pues ya lo tienes.
Garabatea la causa de la amonestación, se la tiende a la muchacha y le ordena que baje a Jefatura. Falta de respeto a un/a profesor/a o a un/a compañero/a. Falta leve. Acumulación de tres faltas leves, una grave. Tres faltas graves, sanción. Posible expulsión.
María sale por la puerta en dirección a Jefatura.
–Para mañana, dice la profe, todos los ejercicios de la página 16.
Son doce ejercicios. La chavalería protesta. La profe recoge sus bártulos y sale del aula.
Tampoco hoy ha habido clase de mate. Y van dos, esta semana. El miércoles, la profe no pudo dar la clase porque el borrador estaba en el suelo y, Como comprenderéis, no voy a agacharme yo a recogerlo, así que abrís el libro por la página 14 y hacéis todos los ejercicios.
En el aula, Primero de Bachillerato de Ciencias Sociales, dos decenas largas de adolescentes. El 80% con media de notable en Secundaria. Tres alumnas con media de sobresaliente.
Avilés, a 20 de octubre de 2006

domingo, octubre 15, 2006

La vida pública de los titulares de prensa (II)














Los expertos piden que los docentes rindan cuentas de su trabajo
En las mesas de debate se destacó la necesidad de que los maestros puedan desarrollar su trabajo de forma digna y eficaz y en un entorno favorable que lo haga posible.
¿A qué nos referimos con eso del entorno favorable? Aulas que no se han pintado en diez años, o más; desconchones en las paredes; chicles en el techo; pintadas rupestres; goteras; suciedad; luz mortecina (no todos los fluorescentes dan luz); ventanas sin cortinas ni persianas; mobiliario digno de una chatarrería (tanto para el alumnado como para el profesorado); pizarras en las que ya no se puede ni escribir; ausencia de armarios, estanterías o tablones de corcho. Baños sin tapas en los sanitarios, ni papel higiénico, ni secamanos, incluso sin grifos. Pasillos desnudos. Patios con firme irregular, en los que comparten espacio las canchas con el aparcamiento del personal. Etcétera, etcétera, etcétera.
En este aula, y en otras parecidas he desarrollado, yo misma, mi labor docente, de una forma muy digna, eso sí.

viernes, octubre 13, 2006

La vida pública de los titulares de prensa

(A vueltas con el artículo de El País del lunes 9 de octubre)
En las Jornadas de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria:
Se pide a los maestros y profesores un mayor esfuerzo para cumplir con las nuevas funciones que se suman a las tradicionales.
Un día cualquiera en un IES:
–8,15 a 9,10. 1º A (De las 25 personas que componen el grupo, 13 –con suerte– son capaces de seguir el currículo ordinario; 5 no han superado los objetivos del área en Primaria; 4 tienen serios problemas de aprendizaje y, por tanto, tampoco han superado los objetivos del área en Primaria; 1 acaba de llegar de Ecuador; 2 tienen necesidades educativas especiales y su nivel curricular es de 3º de primaria).
–9,10 a 10,05. 2º B (27 en el aula. 13 –con suerte– son capaces de seguir el currículo ordinario; 4 tienen serios problemas de aprendizaje; 8 repiten curso; 2 tienen necesidades educativas especiales)
–10,05 a 11,00.Visita de familias (asesoramiento académico / profesional / psicológico, consultoría sentimental, asistencia social...)
–11,00 a 11,30. Vigilancia de recreo (pasillos, patio o puerta, rotativo)
–11,30 a 12,25. 1º B (similar, o parecido panorama que en 1º A)
–12,25 a 13,20. Reunión de Departamento Didáctico (Programaciones, planificación de actividades, coordinaciones, memorias, estadísticas, resúmenes, informes...)
–13,20 a 14,15. 2º C (parecido, o similar a 2º B. 12 siguen el currículo; 10 repiten, la mitad se ha descolgado; 2 son muy conflictivos; 2 tienen necesidades especiales; Los “C” suelen ser cursos malditos).
–14,15 a 15,15. Equipo Educativo (a razón de 20 minutos por grupo, quejas, lamentos, desesperación, “no me hace los deberes, llama a la madre”)
–17,00 a 20,00. Curso de actualización profesional

*Si tienes que corregir exámenes, échale otro par de horas, o tres, así que mejor lo dejas para mañana que no tienes cursillo. También puedes corregir durante el fin de semana, se te van a tirar al cuello, pero ya te las arreglarás. Y sino, después de cenar te pones a ello y que sea lo que Dios quiera.
*Si necesitas preparar la clase, diseñar un examen, buscar materiales, preparar unas prácticas, leer alguna publicación profesional, planificar una actividad extra, elaborar un proyecto o trabajar sobre él (Educación para la Salud, el consumo y el medio ambiente; Educación vial; Una empresa en mi escuela...), realizar las tareas del Grupo de Trabajo o el Seminario en el que participas, mejor lo dejas para pasado mañana, que mañana tienes que corregir, y al otro vuelves a tener cursillo. Organízate, ¡leches!

miércoles, octubre 11, 2006

Tiza


Hace un par de semanas le descubrí un bulto cerca de una tetina. La veterinaria me confirmó lo que no quería ni imaginar: se trataba de un tumor. Y había que operar.
El lunes, a las nueve de la noche me llamó la veterinaria para decirme que todo había salido bien, que no me preocupara, que le había quitado el tumor (y con él la cadena mamaria), un bulto en el bazo, que va mandar a analizar por precaución, y que, tal como estaba previsto, la había vaciado.
Este medio día he ido a recogerla. Cuando llegué estaba en la jaula, tumbada, observando el ir y venir de las veterinarias, mirándolo todo con esa tranquila resignación con la que los animales afrontan el dolor que les causamos.
Han sido dos días terribles, para ella y para mí, que no quise ir a verla por no volver a causarle el dolor de lo que ella interpreta como un abandono que no es capaz de comprender. Dos días muy duros, para ella, por el sufrimiento físico,. para mí por la certeza de ese sufrimiento y por no haber podido estar a su lado para consolarla, como ella me ha consolado a mí durante estos último doce años.
Pero ya está aquí, tumbada a mis pies, mientras escribo, como siempre, con su campana y su herida, de la que se recuperará muy pronto, no sólo porque es una perra fuerte y vital, sino porque ahora que ya está en casa, su casa, todo será más fácil.

martes, octubre 10, 2006

La vida pública de las palabras


Se han reunido expertos en Educación en unas Jornadas de la cátedra UNESCO, organizadas por la U. Politécnica de Madrid. En su edición de ayer, lunes, El País cuenta la noticia bajo el titular: Los expertos piden que los docentes rindan cuentas de su trabajo.
¡Cómo no! Que las rindan, oyes, que para eso tienen tres meses de vacaciones y se quejan porque tienen veinte horas de docencia a la semana. Y, no sólo tienen que rendir cuentas, sino que deben participar en su formación, inicial y permanente, y cumplir sus funciones, en especial aquellas que participan de la formación integral de los alumnos, y dedicar un mayor esfuerzo, tanto profesores como maestros, para cumplir con las nuevas funciones que se suman a las tradicionales.
Yo, estoy tranquila, de las maestras, las profesoras y las alumnas no dice ni mu. A ver qué pasa cuando se reunan las expertas.
Por otro lado, y en solidaridad con mis compañeros docentes, he de decir que sí, que bueno, que vale, que estoy de acuerdo, porque ya dicen los expertos que, en compensación, los docentes deben ver reconocida su labor, tanto en la percepción social como en el fortalecimiento de su autoridad, y en sus salarios y que es necesario que los maestros puedan desarrollar su tarea docente de forma digna y eficaz y en un entorno favorable. Y, por si esto fuera poco, hasta debatieron, los expertos, sobre la necesidad de revertir la percepción de hacer de todos los problemas sociales, problemas educativos.
Desde luego, compañeros, el que se queje, que sepa que se está quejando de vicio.

sábado, octubre 07, 2006

La vida secreta de los fotogramas (II)

(Anne Hathaway en *El diablo viste de Prada)
-Un millón de chicas matarían por tener tu puesto - le dice el sempiterno diseñador mariquita a la protagonista, cuando se queja del trato vejatorio que le da su jefa.O,
-Sabrás que has triunfado cuando tu vida personal sea una ruina.
O, lo que es lo mismo, un millón, o más, de chicas, matarían por:
-Trabajar sin horario.
-Vivir día y noche colgada del móvil.
-Abandonar a tus amistades, a tu familia y a tu pareja.
-Dejar de ser quien eres para convertirte en lo que otras personas creen que tienes que ser.
-Correr de un lado a otro cargada como una mula, vestida como si fueras a pasarte la jornada en un escaparate.
-Pintarte como una puerta.
-Ponerte más abalorios que la *xata la rifa.
-Depender de la aprobación ajena.
-Satisfacer hasta el mínimo capricho de una jefa déspota, que ni siquiera te llama por tu nombre.
-Pisar a quien se te ponga por delante para ascender.
-Ponerte unos tacones que destrozarán tus pies, además de tu columna.
-Usar la talla 36, aunque midas 1.80.
(*En Asturias había la costumbre de sortear una ternera (xata) en las romerías de los pueblos. Para que la gente se fijara en ella se la paseaba engalanada con toda clase abalorios, lazos, y demás zarandajas)

La vida secreta de los fotogramas


Estoy hasta las cejas los estereotipos.
Estoy hasta las cejas de que cualquier excusa sea buena para intentar perpetuarlos.
Estoy hasta las cejas del androcentrismo.
Estoy hasta las cejas de que el androcentrismo contamine las preferencias, los gustos, los pensamientos, las actitudes, las ambiciones, la ética y la estética de las mujeres.
Estoy hasta las cejas de la aceptación.
Estoy hasta las cejas del servilismo femenino.
Estoy hasta las cejas de Cenicienta, Blancanieves, Caperucita...
Estoy hasta las cejas de Valentino, Prada, Dolce & Gabbana...
Estoy hasta las cejas de Manolo Blahnik.
Resumiendo: estoy hasta las cejas.

martes, octubre 03, 2006

La vida perpleja de las palabras



Esta tarde he ido a El Corte Inglés al objeto de comprar unas fruslerías con las que rellenar la nevera que, como dice una amiga mía, estaba tan vacía que hacía eco. Y no he podido resistirlo. He tenido que comprar la docena de huevos que va dentro de la caja que muestro en esta imagen, al módico precio de 2.63 € (438 pesetas). La caja es una auténtica monada, con su precinto de Galicia Calidade y todo. Y los huevos, bueno, qué decir de los huevos: que si pintos, que si lisos, que si completamente ovalados, que si cada uno de un tamaño diferente... La repanocha, en huevos.

¿Qué tienen estos huevos (que no he probado, pero que estoy por apostar que saben como los de antes) para merecer semejante envase (que lo miro, el envase, y me quedo embobada)? Pues, que las gallinas que han puesto estos huevos viven en libertad en el Pazo Vilane y se alimentan de lo que pillan. Lo pone la caja, ahí, en medio. Dentro, una nota de una tal Nuria, que debe ser la que cuida a las gallinas, o la que vive con ellas en el pazo, o qué se yo, en el que te explica, con cita de Arzak incluida, la fantástica vida que llevan las gallinas en el pazo y , lo cuidadísimo que tienen su entorno y las excelencias de la producción. Y que no protestes si los ves pequeños, en relación con lo que has pagado, o la yema te parece pálida porque lo importante es la relación entre el tamaño y el peso, el sabor, el aroma y la consistencia. Porque en el Pazo Vilane no fabrican huevos, cuidan gallinas.

Mañana, de que los pruebe, ya os contaré.

viernes, septiembre 29, 2006

jueves, septiembre 28, 2006

La vida patética de las palabras


(Aula de Fray Luis de León, en la universidad de Salamanca)

"Un profesor (o profesora, porque digo yo que también hay mujeres que se dedican a la docencia, ¿o no?) entra en un aula. Los alumnos universitarios (y las alumnas universitarias también) le recibe sentado en sus pupitres y durante 50 minutos o una hora apuntan la lección que el (o la) docente les explica (O sea, igualico, igualico que en época de nuestro excelso Fray Luis de León). Así pasa el curso hasta que, llegado el momento de la evaluación, los alumnos (y las alumnas) vuelcan en un examen los contenidos que el profesor (o profesora) les ha dictado." "[...] La comunidad universitaria ve inviable desterrar la lección magistral, pero pide que se complete con prácticas más abiertas y participativas".

"[...]Entre las recomendaciones del Consejo de Coordinación Universitaria proponen la creación de un Plan Específico de Renovación de las Metodologías... [...]Este proyecto ofrecería apoyo técnico a los (y las) docentes, ofreciéndoles formación pedagógica, hoy inexistente, y modelos y buenas práctica a imitar".

O sea...

Otras clases de Universidad. J. A. Aunión. El País, 25.09.06

martes, septiembre 26, 2006

La vida mágica de las palabras



En 1968, Robert Rosenthal y Leonore Jacobson hicieron un experimento que titularon Pigmalión en el aula. Se informó a un grupo de docentes sobre los resultados de un test de inteligencia. El test había detectado la presencia en sus aulas de alumnos y alumnas con altísimas capacidades y que, por lo tanto, se esperaba que fueran los que mejores resultados obtendrían aquel curso. Y así fue. Ese grupo especial obtuvo un rendimiento mucho mayor que el resto de su grupo. Lo sorprendente es que a ese 20% de alumnado especial ni se les había hecho el test ni tenían un cociente intelectual superior al resto de la clase.

¿Qué pasó? ¿Cómo fue posible que chicas y chicos normales y corrientes obtuvieran semejantes resultados?

La respuesta está en el efecto Pigmalión.

martes, septiembre 19, 2006

La vida melodiosa de las palabras




Canciones dedicadas y solicitadas
(De mí pa los ojos verdes, verdes co-o-o-mo la albaha-ha-ha-ca, chan chan)
Something Stupid

I know I stand in line until you think
You have the time to spend an evening with me
And if we go someplace to dance
I know that there's a chance you won't be leaving with me
And afterwards we drop into a quiet little place
And have a drink or two......
And then I go and spoil it all by saying
Something stupid like I like you

lunes, septiembre 18, 2006

La vida esforzada de las palabras


Ya lo dice el sabio refranero español: Quien algo quiere, algo le cuesta. Y como a mí se me han metido entre ceja y ceja (además de en el alma) esos ooooo-joooooos ve-e-er-des, verdes co-o-o-mo la albaha-ha-ha-ca (chan-chan) no voy a reparar en gastos y he decidido seguir, a pies juntillas) el consejo del amigo de una amiga que le recomendó pico-pala-pico-pala, para conseguir llevarse al huerto (o adonde sea menester) al objeto de sus desvelos.
Así que, lo dicho: pico-pala-pico-pala, y que sea lo que Dios quiera (sin que sirva de precedente).

domingo, septiembre 17, 2006

La vida sonora de las palabras


Ooooooo-jooooos ve-e-er-des, verdes co-o-o-mo la albaha-ha-ha-ca
(chan, chan).
Verdes como el trigo ve-e-er-de y el ver-de, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca, que están clavaíííííííítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna, no hay más que unos o-o-o-o-o-jos que mi vía so-o-o-o-o-on.
Oooooooo-joooooos ve-e-er-des, verdes co-o-o-mo la albaha-ha-ha-ca (chan,chan).
Verdes como el trigo verde-e-e y el ver-de, ver-de limón.

sábado, septiembre 16, 2006

La auténtica vida de las palabras


Siempre he tenido la sensasión de haber llegado tarde a muchas cosas. Sensación que la Vida se encarga de confirmarme con pequeños y banales detalles como éste. Me enganché a Sexo en Nueva York cuando la mayoría de mis amistades ya estaban hartas de esta serie, gracias a los esfuerzos de la cadena televisiva COSMO por ponérnosla hasta en la sopa.
Esta mañana he visto los dos últimos capítulos, que tuve la precaución de grabar ayer, porque los ponían a la hora en la que me reúno, como cada viernes desde hace casi veinte años, con mis amigas del alma, para darnos al vicio (cartas y Scrabble) y al abuso (palomitas con coca-cola), y poner sobre el tapete alma, corazón y vida. En el último, la inefable Carrie Bradshaw (personaje que me produce algún que otro sarpullido), rescatada por su príncipe azul de las garras de un ruso que la había llevado a París para luego pasar de ella como de la mierda, se reencuentra con sus amigas en la cafetería de siempre y les dice: No sé qué hubiera sido de mí si no os hubiera conocido.
La amistad es una de las cosas a las que no he llegado tarde. Y, desde aquí os lo digo, amigas mías, yo sí sé qué hubiera sido de mí si no os hubiera conocido.
Y, porque lo sé, doy gracias al Universo, cada día de mi vida, por haberos puesto en mi camino.

viernes, septiembre 15, 2006

La vida mágica de las imágenes


(Fotografía de Alicia Falabella)
Hablábamos de la apariencia física; de la imagen que proyectamos; de lo que ven en nosotras, quienes nos miran; de lo que nos gusta mostrar; de lo que preferimos esconder; de por qué nos esforzamos en cambiar nuestro aspecto para gustar; de la belleza...
Y ella dijo:
No sé si las ven, o no. Soy yo quien las busco, cada mañana, en el espejo. Las canas me recuerdan que, a mi edad, me conviene ir desapegándome de la apariencia. La belleza la da el equilibrio.

sábado, septiembre 09, 2006

Sin palabras


Dice Lucía Extebarría en su artículo Elogio de la lectura (I) publicado en el Magacine de la semana pasada:
Yo sabía que había vida más allá de los bares. Lo había leído en los libros.
Me gustaría hacer algún comentario al respecto de esto, y de otras cosas que confiesa en este artículo, pero no puedo. Me ha dejado, literalmente, sin palabras.

jueves, agosto 31, 2006

La vida enigmática de las palabras (y de los actos)


Esta tarde viene mi santa a pasar el fin de semana conmigo. Estoy dejando la casa como para un casting, porque mi madre tiene la bonita costumbre de observar con lupa cada rincón de mi hogar, al objeto de encontrar algún defectillo que certifique que no soy tan buena ama de casa como ella.
Al despejar la salita (la mesa del estudio se ha quedado tal cual, es decir, con sus cinco montones de libros, revistas y diccionarios, en perfecta y amalgamada convivencia, porque por ahí sí que no paso, que el estudio es mi territorio personal, esté mi santa, o no, y tengo la mesa tan atestada como me dé la gana) me he encontrado las páginas de periódico (doce o quince) en las que está el crucigrama, que guardo para momentos de escasez crucigramil. Según las he desplazado a la mesa del estudio he pensado: Para qué leches las guardo, si: uno, compro el periódico prácticamente a diario y casi nunca me da tiempo de hacer el crucigrama en el día (de ahí que me esté haciendo con tal cosecha) y, dos, para qué leches conservar lo viejo cuando hay tanto nuevo por venir.
Que diría Manolito, el de Mafalda, datis, amigas mías, datis.

miércoles, agosto 30, 2006

Entre mis recuerdos


Vino Luz Casal a poner el broche de oro a las fiestas de S. Agustín, el patrono de Avilés. Luz, hija de emigrantes gallegos, llegó a la Villa del Adelantado con seis meses y se crió en esta pequeña ciudad, que se ha hecho todo lo grande que es gracias a los miles de personas que llegaron a ella en busca de trabajo, cuando se fundó ENSIDESA, allá por 1955.
Luz se siente avilesina, como me siento yo, que llevo veintiun años trabajando, y catorce viviendo aquí. Es imposible no sentirse parte de esta ciudad que te acoge y te arropa, para que te sientas como en casa desde el primer momento, quizás porque las tres cuartas partes de su población tiene sus raíces allende nuestras fronteras regionales.
Hacía muchos, muchísimos, años que no asistía a uno de estos conciertos, pero una de mis amigas del alma (sí, tengo la suerte de tener más de una), se empeñó en sacarme de casa (cuantísimo se lo agradecí), y allá nos fuimos las dos, a escuchar a Luz y a ver los fuegos artificiales en el Muelle, apretujadas entre la multitud avilesinas y avilesinos que hablan todos los acentos (gallego, extremeño, leonés, castellano, andaluz...) y que se lanzan a las calles, a la menor oportunidad, para vivir Avilés como una fiesta.
Cómo me prestó cantar, a la alta la lleva, los temas que llevo entre mis recuerdos de juventud. Cómo me prestó.

viernes, agosto 18, 2006

La vida perversa de las palabras (II)


No conoceré el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Dejaré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior y escrutaré su camino. Allá donde haya pasado mi miedo ya no habrá nada. Sólo estaré yo.
(Frank Herbert. Dune)

domingo, agosto 06, 2006

La vida perversa de las palabras: MIEDO


Pero no estás sola. Leola, que nos acompaña estos días, y yo, estamos contigo. Y, sobre todo, te tienes a ti misma, y a toda tu Pandillita Interior. Sí, ya sé, la tienes revolucionada, a la pandillita. Parlotea enfebrecida, te aturde, te confunde. Aplaca ese guirigay. Hazlas callar. Oblígalas a que hablen una por una, sin levantar la voz; que expongan sus ideas de forma clara y ordenada. Si escuchas con atención, seguro que encuentras la voz de aquella que fuiste antes de que el miedo te fuera ganando batallas.
El miedo. Valiente personajillo, el miedo. Míralo, fíjate bien, es como el Caballero Oscuro, enorme y aterrador. Y, sin embargo, detrás de esa armadura imponente, sólo se esconde un imbécil.
(A mi amiga del alma)

sábado, agosto 05, 2006

Noche estrellada


Se ha levantado el Nordeste, esta mañana. No ha dejado de soplar, desde entonces, pertinaz e insolente, ni un momento. Ha aullado, se ha enfurecido, se ha aplacado un instante, haciéndonos concebir vanas esperanzas de calma, para volver a atacar con renovadas fuerzas; ha dibujado remolinos en la arena, ha rizado la mar y ha obligado a las olas a estrellarse contra las peñas; ha torcido el vuelo de las gaviotas; ha curtido, un poco más nuestras pieles, y nos ha obligado a refugiarnos de su furia, después de azotarnos, sin un atisbo de piedad, durante toda la tarde. Pero ha barrido el cielo de nubes y, por fin, esta noche, me ha dejado ver las estrellas.
He buscado la que mirábamos juntas, cada noche, allí, en tu casa. La he encontrado en el mismo sitio. Ya ves, a ti y a mí, nos separan, hoy, más de ochocientos kilómetros y ella brilla en el mismo lugar, sobre nuestras cabezas.
La he buscado para imaginarte mirándola, recostada en mi hamaca, con ese libro, que leemos a la vez, reposando en tu regazo, mientras tratas de encontrar respuestas que no existen, de comprender lo incomprensible. Y te preguntas, una noche más, qué haces ahí, sola, bajo las estrellas.
(A mi amiga del alma)

viernes, agosto 04, 2006

La vida mágica de las palabras: VACACIONES (II)


(Las Caldas. Inicio de la calle del hoyo 3. Al fondo, el molino, entre el green del 6 y el tee del 7; a la derecha, la casería y los tres hórreos, en el paso de hoyo 7 al 8)
Aquí, en el Campo Municipal de Golf de Las Caldas (el más complicado e ingrato de los campos asturianos)pienso pasar el resto de mi tiempo, empeñada en mejorar mi nivel de juego y, por qué no, en bajar mi handicap, a ver si consigo no salir en plan coche escoba en los torneos que me quedan por disputar esta temporada.
Si lo consigo, ¡aleluya!, y sino, ¡qué le vamos a hacer! Sea como sea que me quiten lo bailao.

jueves, agosto 03, 2006

La vida mágica de las palabras: VACACIONES (I)


Éste es mi balcón favorito al Cantábrico. Aquí pienso pasar todo el tiempo, que me permita la cambiante meteorología norteña, con mi madre, mis perros, mi silla, mi sombrilla, y mi libro de turno.
Aquí, me bañaré (entre estas rocas, sí), espiaré, con mis gafas de bucear, a los pececillos que osen acercarse a la costa, dormiré la siesta (escuchando a las olas estrellarse contra las peñas del acantilado), leeré y hasta olvidaré el significado de la palabra estrés.
¿Se puede pedir más? Lo dudo.

viernes, junio 09, 2006

Lo que no se nombra no existe



Pérez tenía un hermano. El hermano de Pérez murió.
Sin embargo, el hombre que murió nunca tuvo un hermano.
¿Solución? Nombrar a las mujeres para visibilizarlas. Educar para la Igualdad

martes, junio 06, 2006

La vida misteriosa de las palabras


Hándicap (voz inglesa). s. m. 2. Desventaja, obstáculo, inconveniente. 3. En golf, ventaja que se da a las jugadoras (y jugadores) menos aventajadas para que compitan en igualdad de condiciones con quienes las superan en pericia y habilidad.
O sea, que cuando empiezas tienes un hándicap altísimo y lo vas bajando según vas mejorando tu juego. ¿Me explico?
Bueno, pues pensé que no iba a llegar el día en el que pudiera ir rebajando el oneroso 36.4 que me caracterizaba como una de las jugadoras más desastrosas del circuito amateur (que hay más, desde luego, pero también es cierto que llevan jugando mucho menos tiempo que yo, o son más torpes, si cabe), pero ¡SÍ!, por fin lo he conseguido. En dos fines de semana he rebajado un punto y medio mi hándicap. Parece poco, lo sé, pero a mí, ese punto y medio, me sabe a gloria bendita.
Y, desde aquí lo digo: pienso seguir bajando, tacita a tacita, pero bajando, que es gerundio.

lunes, mayo 29, 2006

La vida maldita de las palabras


Al fallecer su esposo, una viuda tiene tres posibilidades:
-Arder con él en la pira funeraria.
-Retirarse a una casa para viudas y vivir casta y pura hasta su muerte.
-Casarse con el hermano pequeño de su esposo, si la familia de éste consiente.
(Texto sagrado indú)

sábado, mayo 27, 2006

La vida mágica de los fotogramas



Agua, de la directora indú Deepa Mehta: mirar hacia adentro y ver.

martes, mayo 02, 2006

En memoria de Mª José Urruzola


El martes, día 25 de abril, tres días antes de su muerte, tuve la suerte y el honor de compartir todo un día con ella. Un día en el que, con su inagotable energía, había dado dos largas conferencias sobre coeducación y educación afectivo-sexual a enseñantes que trabajan en sus centros algo por lo que ella llevaba trabajando toda su vida. Recuerdo que alguien le preguntó cómo era capaz de realizar jornadas tan intensas, hablando sin parar (he conocido a pocas personas que hablaran tanto como ella y que, sin embargo, supiera escuchar, como sabía escuchar ella), siempre con una sonrisa en los labios, y respondió que no nos preocupáramos, que venía con las pilas cargadas, después de haber disfrutado, como una reina, de una semana de vacaciones en tierras gallegas.
Al final de la jornada, mientras la llevaba en mi coche a su última actividad de aquel, para ella, largo día e intenso día, recordamos nuestro penúltimo encuentro, cuando yo aún no sabía si iba a trabajar en lo que trabajo ahora. Me dijo que estaba muy contenta por mí, porque sabía que éste era mi sitio y que en él podría trabajar para que las ideas que compartíamos llegaran a muchísimas más personas.
Al despedirnos, con un "Nos veremos, seguro que nos veremos muchas más veces", ninguna de las dos sabíamos que iba a ser la última.
Siento muchísimo que se haya ido tan pronto, incluso pensando que su muerte, prematura e injusta, quizás le llegó porque había completado su tarea en este mundo. Tarea que debemos continuar quienes creemos que la igualdad entre varones y mujeres es posible, a pesar de lo que propugne, por ejemplo, la iglesia católica, que tanto la atacó y la vilipendió.
Me consuela saber que la vida le concedió, antes de irse, un último triunfo, cuando la Junta de Castilla-La Mancha decidió seguir utilizando sus valiosísimos materiales, a pesar de la oposición de la derecha recalcitrante y retrógrada, a pesar de las calumnias que vertieron contra ella los obispos castellanos.
Me consuela saber que se fue sin sufrimiento, porque la suya fue una muerte rápida e indolora, y en paz, en su casa, junto a la mujer con la que había compartido los últimos veinticinco años de su vida. Quizás fue ése su premio por tantos años de lucha y entrega a la causa de las mujeres, de las personas.
Su voz física se ha apagado, pero la voz que alzó contra la injusticia, la intolerancia, la discriminación, la homofobia y la libertad no se apagará nunca.

viernes, abril 14, 2006

La vida pública de las imágenes


¿Dónde están las mujeres de la República?
75 años después, al representar Las letras de la República, aún se sigue olvidando a las mujeres. Como si no hubieran hablado, como si no hubieran luchado, como si no hubieran escrito, como si no hubieran existido.
Efectivamente: Lo que no se nombra, lo que no se representa, no existe.

martes, marzo 21, 2006

Cierro temporalmente este chiringo


Volveré en breve.

lunes, marzo 20, 2006

La vida mezquina de las palabras: MULTINACIONALES

(La bolsa de la foto no es la mía, aclaro)
Tengo hierros nuevos. Me los ha traído mi hermana de una vueltecita que ha tenido que darse por China, por motivos profesionales. No tengo palabras. ¡Qué toque! ¡Qué precisión! ¡Qué...lujuria! Bueno, cómo será, que hasta tuve la sensación de saber jugar al golf. No digo más.
Ahora bien, desde aquí lo digo: ¡mecagüen las multinacionales! Se llevan las fábricas al tercer mundo, para que les salga la mano de obra a peseta, y luego nos venden, aquí, los productos como si estuvieran fabricados en Europa, por mano de obra europea, con condiciones laborales europeas.
Y, para mayor escarnio, tienen el morro de quejarse al gobierno chino (o de cualquiera de esos países), al que acusan de aprovecharse de la coyuntura y sacar tajada vendiendo, a quienes visitan esos países, copias exactas (¡exactas!) de esos productos al coste local y escamotearles, así, una parte de sus beneficios.
Debería darles vergüenza, pero no se la da porque no la tienen, porque ni siquiera conocen el significado del término.
 
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