viernes, octubre 13, 2006

La vida pública de los titulares de prensa

(A vueltas con el artículo de El País del lunes 9 de octubre)
En las Jornadas de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria:
Se pide a los maestros y profesores un mayor esfuerzo para cumplir con las nuevas funciones que se suman a las tradicionales.
Un día cualquiera en un IES:
–8,15 a 9,10. 1º A (De las 25 personas que componen el grupo, 13 –con suerte– son capaces de seguir el currículo ordinario; 5 no han superado los objetivos del área en Primaria; 4 tienen serios problemas de aprendizaje y, por tanto, tampoco han superado los objetivos del área en Primaria; 1 acaba de llegar de Ecuador; 2 tienen necesidades educativas especiales y su nivel curricular es de 3º de primaria).
–9,10 a 10,05. 2º B (27 en el aula. 13 –con suerte– son capaces de seguir el currículo ordinario; 4 tienen serios problemas de aprendizaje; 8 repiten curso; 2 tienen necesidades educativas especiales)
–10,05 a 11,00.Visita de familias (asesoramiento académico / profesional / psicológico, consultoría sentimental, asistencia social...)
–11,00 a 11,30. Vigilancia de recreo (pasillos, patio o puerta, rotativo)
–11,30 a 12,25. 1º B (similar, o parecido panorama que en 1º A)
–12,25 a 13,20. Reunión de Departamento Didáctico (Programaciones, planificación de actividades, coordinaciones, memorias, estadísticas, resúmenes, informes...)
–13,20 a 14,15. 2º C (parecido, o similar a 2º B. 12 siguen el currículo; 10 repiten, la mitad se ha descolgado; 2 son muy conflictivos; 2 tienen necesidades especiales; Los “C” suelen ser cursos malditos).
–14,15 a 15,15. Equipo Educativo (a razón de 20 minutos por grupo, quejas, lamentos, desesperación, “no me hace los deberes, llama a la madre”)
–17,00 a 20,00. Curso de actualización profesional

*Si tienes que corregir exámenes, échale otro par de horas, o tres, así que mejor lo dejas para mañana que no tienes cursillo. También puedes corregir durante el fin de semana, se te van a tirar al cuello, pero ya te las arreglarás. Y sino, después de cenar te pones a ello y que sea lo que Dios quiera.
*Si necesitas preparar la clase, diseñar un examen, buscar materiales, preparar unas prácticas, leer alguna publicación profesional, planificar una actividad extra, elaborar un proyecto o trabajar sobre él (Educación para la Salud, el consumo y el medio ambiente; Educación vial; Una empresa en mi escuela...), realizar las tareas del Grupo de Trabajo o el Seminario en el que participas, mejor lo dejas para pasado mañana, que mañana tienes que corregir, y al otro vuelves a tener cursillo. Organízate, ¡leches!

4 comentarios:

yo, la peor de todas dijo...

Pero por lo que veo mármara te empleas bien en tu profesión y eso dice mucho de ti y de tu profesionalidad. Intuyo que te apasiona lo que haces y aunque el sistema educativo no sea perfecto y no cumpla con las necesidades de todos los chavales, docentes como tú suplen esas carencias.Por cierto, la viñeta muy buena

Mármara dijo...

Pues sí, La Peor, a qué negarlo, me apasiona la docencia. Y aunque no me empleo todo lo a fondo que quisiera, le dedico bastante tiempo de mi vida y no pocas energías. Siendo mujer soltera, que sólo tiene a su cargo a un par de seres peludos, no me resulta complicado entregarme a mi profesión. Y, además, la inmensa satisfacción que me proporciona mi alumnado paga con creces el esfuerzo.
Gracias por tus palabras. La mía no suele ser una profesión reconocida y cualquier palabra en ese sentido se agradece en lo que vale.
La viñeta la encontré buscando, para variar, en S. Google. Me encanta.

chusbg dijo...

La viñeta da en el clavo de algunos de los problemas de la educación, es muy buena y descriptiva de una situación.
La jornada de trabajo es maratoniana menos mal que también hay bastantes vacaciones para desconectar.
Un saludo

Mármara dijo...

Hay personas que eligen el dinero, otras eligen el tiempo. Yo he elegido una profesión que me apasiona y que paga parte de mi trabajo con tiempo (60% dinero, 40% tiempo). Tiempo para recuperarme -emocional, intelectual y físicamente- del esfuerzo que supone estar en un aula y lo que ello conlleva. Puedo asegurarte, Chus, que si no fuera por esas vacaciones el índice de depresiones laborales sería aún más significativo de lo que es en estos momentos. La medicina y la docencia son las profesiones con más índice de depresiones. No puede ser gratuito.
La jornada que he descrito es real, aunque también es cierto que no todo el mundo desarrolla la misma actividad, ni se toma su profesión de la misma manera, y que hay temporadas mucho más relajadas, gracias al Cielo.

 
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