viernes, abril 20, 2007

No sé si meter muchacha o ponerme a servir


(Únicas ventanas a las que me he asomado, muy brevemente, esta semana)


No soy persona (humana). Tengo tal nivel de agotamiento, físico y mental, que sólo puedo pensar en llegar a mi casa, comer lo que pille y tumbarme en el sofá a dormir tres horas siesta.
Si es que no se puede, oyes, trabajar a este ritmo. Que no he visto delante la semana, ¡leches! Que he hecho tantas cosas que sólo tengo un recuerdo borroso de las idas y venidas -IKEA, Leroy Merlín, oficina, casa, casa oficina-, de los momento chapuzas -rodillo, pintura, pincel, tarima, rodapié, junquillos, fromón, sicaflex, bisagra, destornillador... -, de los papeles, listas, carpetas, firmas, llamadas, reuniones, visitas... ¡Si hasta asistí a la grabación de un programa de TV!
Y, para más INRI, me he cargado la conexión a Internet del ordenador de mi casa (al intentar desinstalar el Panda antivirus, maldita sea su estampa) y no voy a poder conectarme hasta que me instalen el nuevo (el lunes a última hora de la tarde).
Pues sí, no me ha quedado más remedio que jubilar mi AMD a 1 GH y mi güindous 98, y adquirir uno de esos galáctico que venden ahora, con doble núcleo, 320 gigas de disco duro, 1G de RAM y un procesador de 64 bits (que pa qué querré yo semejante artillería, para lo que hago, pero bueno, que el tema es así y no tien mal que parecer).
Ahora que lo pienso, mejor que no pueda conectarme, a ver si así duermo, leo y paseo por Xagó.
Feliz fin de semana. Nos vemos el lunes (D. m.)

domingo, abril 15, 2007

Parada Técnica



Cuando me reincorporé al trabajo, después de las vacaciones de Semana Santa, pensé (¡ilusa de mí!) que este último trimestre del curso iba a ser más relajado y que, por lo tanto, iba a disponer de un poco más de tiempo. Me equivoqué. A mayores, decidí, ¡por fin!, arreglar mi habitación, que buena falta le hacía: pintar, poner un suelo nuevo, cambiar el armario, deshacerme de las viejas cortinas y sustituirlas por un estor...
Total, que la he liado. Llevo tres días trabajando en mi dormitorio y sólo he conseguido darle la primera mano de pintura e instalar la mitad del suelo.
En definitiva, que me esperan unas semanas de febril actividad, entre unas cosas (el trabajo que me da de comer y paga mis vicios) y otras (la obra). Y como no se puede estar a todo, que qué más quisiera una, y no volverse tarumba, me veo obligada a congelar mi actividad bloguera durante unos días.
Así que, ¡hala!, hasta pronto, que espero que sea muy pronto.
 
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