sábado, agosto 15, 2009

A dos metros bajo tierra

Llevaba años mi amigo S, residente en le Rüayán Uní, de puán, Yunaited Quindon, chu poins, insistiéndome hasta la aburrición para que me enganchara a esta serie televisiva. Y yo, que ando más bien justa de tiempo y que tenía cubierto el cupo de enganches que mi frenética actividad profesional me permite mantener con una cierta prestancia, no seguí su recomendación.
Pero, ¡oh, pero!, resulta que, a instancias de
Calvin, Profu y ella me regalaron las dos primeras temporadas cuando vinieron a verme. Como ya es pública y notoria la debilidad que siento por la mi Canyon of Colorado, no os extrañará que os diga que, basta que fuera idea suya —Profu sólo había visto algún que otro capítulo suelto, como yo—, para que me entregara a su visionado con dedicación y entusiasmo.
Carátula de la primera temporada en DVD
Y, héteme aquí, que no sólo es que me esté fascinando, si no que, a mayores, me he enganchado (sí, S, sí, has de perdonarme, pero la vida es así, que no la he inventado yo).
Pero no me he enganchado como a L, que me la metí a la vena y devoré ansiosa capítulo tras capítulo. No, mi enganche es tranquilo y sereno. Degusto cada entrega como quien saborea, qué sé yo, una andariquina del Cantábrico, y me la reservo para momentos en los que sé que voy a poder disfrutarla.

Rachel Griffiths en Brothers and Sisters
No me he enamorado, aún, de Brenda (imperativo de Calvin cuando vimos juntas el capítulo piloto), aunque no puedo negar que su personaje me atrae mucho más del que interpreta en Brothers & Sisters, pero sí me he enamorado un poco de cada miembro de esa familia en la que, como me ocurre en Brothers & Sisters, veo reflejados los intríngulis de la mía.

Mármara's family. Rodiezmo (León) 1963.
También me está viniendo muy bien para ayudarme redefinir mi relación con la muerte, tan presente en mi vida este año. Pero ésa es otra historia que ya os contaré cuando pueda.

domingo, agosto 09, 2009

La vida acogedora de la idiosincrasia asturiana


(El archifamoso "Pasaje del Bollu", cita obligada en el Epicentro Bolleril)
Es costumbre en ésta, nuestra Comunidad Autónoma, también conocida como Paraíso Natural, agasajar a quienes nos visitan con lo mejor que tenemos, ya sea una tortilla de merluza*, ya unos huevos con patatas, ya unos culinos de sidra, ya unos parajes de escándalo, ya unos monumentos histórico-artísticos de singular belleza, ya lo que sea preciso, y menester, aderezado, todo ello, oyes, con esta simpatía natural que nos caracteriza y este espíritu acogedor que nos sale de los mismísimos fondos sin reservas de nuestras almas.

(Vista cenital de la Mar Serena Cantábrica desde el Cabo Peñas)

(Huevín con nombre, que diría Kali
, y con patatinas made in Mármara's House)
Es por ello, oyes, que en cuanto My Dear Canyon of Colorado (alias Calvin, antes Ms Baggesen) y la adorable Prófuga concretaron los días de su visita, me apresuré a encargar, al Servicio Meteorológico Regional, un día típicamente asturiano. Todo ha que decirlo, más por Calvin que por Prófuga, que, en siendo ella de A Coruña, bien sabe cómo nos las gastamos, climatológicamente hablando, en estas latitudes, y a cómo pagamos el m2 del esplendoroso verdor que regala las retinas de propias y extrañas.

(Fondo Sur de Xagó amenazando, y luego regalando, lluvia, a jarraos)

Y como aquí somos como somos, y todo lo hacemos a lo grande, el SMR tuvo a bien regalarnos tres días, tres, a todo lujo y alcanfor. O lo que es lo mismo: llovió sin tregua, con ese orbayu fino y cabrón que te cala hasta los huesos y te mete la humedad ambiental por el alma, nos puso la temperatura ambiente en registros más propios de un otoño amable (que hasta tuve que poner la calefacción, y todo, para que se nos secaran los tendones) que de un verano normal y nos obligó a abrigarnos y a cargar con los paraguas do quiera que fuimos. Eso sí, también nos regaló alguna que otra tregua que aprovechamos a todo aprovechar.

(Profu, haciendo temblar la batería de LA cámara en el Molín del Puertu, después de su lección magistral "Así se come una andarica, murcianica")

Ahora bien, desde aquí lo digo, eso no nos impidió disfrutar de nuestra mutua compañía, reírnos hasta de nuestra sombra, realizar las visitas de rigor, dejar temblando las baterías de nuestras cámaras, comprobar la intensidad de nuestra conexión comico-cósmica** y entonar, bajo la experta batuta de Calvin, el Amigas para Siempre, en versión coral, con la extraordinaria colaboración de Bilbo al bajo continuo.

(Murcianica, henchida de satisfacción, ofreciendo a la que suscribe su primer culín, de sidra)


(Calvin y Bilbo jugando al corre, corre, que te pillo, en Xagó)

*El reportaje fotográfico de la Tortilla de Merluza y Gula del Norte, obra en poder de Prófuga.
**Como constancia de la conexión comíco-cósmica (término acuñado por Alson y Mármara a la limón) existe un video filmado por Calvin y protagonizado por Prófuga y Mármara, que NO vamos a colgar en Yutú.
 
Free counter and web stats