Llevaba años mi amigo S, residente en le Rüayán Uní, de puán, Yunaited Quindon, chu poins, insistiéndome hasta la aburrición para que me enganchara a esta serie televisiva. Y yo, que ando más bien justa de tiempo y que tenía cubierto el cupo de enganches que mi frenética actividad profesional me permite mantener con una cierta prestancia, no seguí su recomendación.
Pero, ¡oh, pero!, resulta que, a instancias de Calvin, Profu y ella me regalaron las dos primeras temporadas cuando vinieron a verme. Como ya es pública y notoria la debilidad que siento por la mi Canyon of Colorado, no os extrañará que os diga que, basta que fuera idea suya —Profu sólo había visto algún que otro capítulo suelto, como yo—, para que me entregara a su visionado con dedicación y entusiasmo.

Pero, ¡oh, pero!, resulta que, a instancias de Calvin, Profu y ella me regalaron las dos primeras temporadas cuando vinieron a verme. Como ya es pública y notoria la debilidad que siento por la mi Canyon of Colorado, no os extrañará que os diga que, basta que fuera idea suya —Profu sólo había visto algún que otro capítulo suelto, como yo—, para que me entregara a su visionado con dedicación y entusiasmo.

Carátula de la primera temporada en DVD
Y, héteme aquí, que no sólo es que me esté fascinando, si no que, a mayores, me he enganchado (sí, S, sí, has de perdonarme, pero la vida es así, que no la he inventado yo).
Pero no me he enganchado como a L, que me la metí a la vena y devoré ansiosa capítulo tras capítulo. No, mi enganche es tranquilo y sereno. Degusto cada entrega como quien saborea, qué sé yo, una andariquina del Cantábrico, y me la reservo para momentos en los que sé que voy a poder disfrutarla.

Rachel Griffiths en Brothers and Sisters
No me he enamorado, aún, de Brenda (imperativo de Calvin cuando vimos juntas el capítulo piloto), aunque no puedo negar que su personaje me atrae mucho más del que interpreta en Brothers & Sisters, pero sí me he enamorado un poco de cada miembro de esa familia en la que, como me ocurre en Brothers & Sisters, veo reflejados los intríngulis de la mía.

Mármara's family. Rodiezmo (León) 1963.
También me está viniendo muy bien para ayudarme redefinir mi relación con la muerte, tan presente en mi vida este año. Pero ésa es otra historia que ya os contaré cuando pueda.
Pero no me he enganchado como a L, que me la metí a la vena y devoré ansiosa capítulo tras capítulo. No, mi enganche es tranquilo y sereno. Degusto cada entrega como quien saborea, qué sé yo, una andariquina del Cantábrico, y me la reservo para momentos en los que sé que voy a poder disfrutarla.

Rachel Griffiths en Brothers and Sisters
No me he enamorado, aún, de Brenda (imperativo de Calvin cuando vimos juntas el capítulo piloto), aunque no puedo negar que su personaje me atrae mucho más del que interpreta en Brothers & Sisters, pero sí me he enamorado un poco de cada miembro de esa familia en la que, como me ocurre en Brothers & Sisters, veo reflejados los intríngulis de la mía.
Mármara's family. Rodiezmo (León) 1963.
También me está viniendo muy bien para ayudarme redefinir mi relación con la muerte, tan presente en mi vida este año. Pero ésa es otra historia que ya os contaré cuando pueda.