sábado, noviembre 22, 2008

La vida variopinta de los fotogramas

Como diría uno de mis más queridos amigos, esta semana se les ha hecho el culo gaseosa a mis críticos favoritos de El País. Qué satisfacción, qué emoción, qué pedazos de panegíricos a la épica masculina, por partida doble.

No sólo es que hayamos recuperado la grandeza del western con Appaloosa, sino que hemos hecho una deconstrucción (ya se sabe: las que cocinan son cocineras y los que cocinan restauradores) del personaje de Bond, James Bond, en Quantum of solace.
Oyes, que yo no digo que no sean dos magníficos filmes, cada uno en su estilo, ¿eh? Ed Harris es uno de mis actores favoritos y, mira, hasta le tengo una cierta envidiuca, aunque sólo sea porque, el hombre, ha sido capaz de materializar las fantasías infantiles de cuando jugaba con el Fuerte Comansi, escribiendo, produciendo e interpretando su propia peli de Oeste.

De Bond, James Bond, fui ferviente seguidora, sobre todo en la época de mi admirado Sean Connery. Y luego, oyes, que salen unas rapazas cañón*, y eso siempre es de agradecer, aunque les hagan pasar las de Caín, a las rapazas buenas, y te las pongan de florero y objeto sexual, o sean más perversas, las rapazas malas, que la bruja de Blancanieves, sin la consabida berruga y con unos cuerpazos de escándalo. Cuerpazos que incitan al pecado, o a las fantasías sexuales de la más diversa índole.
Bien, pues no pienso ver ninguna de las dos.
Ni siquiera para comprobar en qué consiste el lirismo secreto de un pistolero fiel y generoso hasta el dolor y cómo se resiste, a las trampas sentimentales, lo único para lo que su rocoso corazón no estaba preparado. Trampas que, parece ser, le pone Reneé Zellweger.
Ni siquiera para ver en qué consiste el vaciado de un icono y su relleno con los nuevos parámetros que exige el héroe del s XXI, encarnado en la figura de Jason Bourne.
La que sí vimos el viernes fue Cenizas en el cielo. No sé qué habrá dicho la crítica, pero lo que yo digo es que ésa sí es épica humana, hu-ma-na; ése sí que es lirismo; ése sí es un trato digno a las personas; ésa sí que es emoción de la buena, de la que te llega al alma, de la que te reconcilia con el género humano.
(Asturias, Patria querida, Asturias de mis amores)
Lo más probable es que no triunfe ni en los Goya y que su taquilla no le llegue a las suelas de las botas de los pistoleros o a las tapas de los tacones del bellezón que acompaña a James en esta entrega. Por eso me permito haceros una petición: Si me (os) queréis, verla.
* Baggesen, observa que el apelativo Cañón del Colorado lo reservo, única y exclusivamente, para ti.
 
Free counter and web stats