Sí, efectivamente, tal y como reza el título de esta entrada, esta noche he recibido una sorpresiva llamada que me ha dejado kaos, completamente kaos. Que, ¿quién me ha llamado para que me encuentre en tal estado?



Sí, sí, las tres a la vez. Dejemos los detalles, pero ha sido una conferencia intercomunitaria (de las comunidades autónomas del estado—multinacional— español) a tres bandas.
Y yo, que soy de natural tímido, a la par que asustadizo e impresionable (o influenciable, según la de la bici), me he quedado petrificada, se me han agarrado los nervios al estómago (me consuela saber que un sándwich de Nocilla y un yogur bailaron la capoeira en sus respectivos estómagos, sino tendría que pensar que había dado en roxo*), me he puesto a sudar como un pollo y he tenido que salir a la terraza, teléfono en mano, para evitar que me diera un vahído, o pampurrio.
Bueno, no hay mal que por bien no venga. Así, cuando el próximo viernes (D. m.) nos veamos, las cuatro, cara a cara, en Mitadelcamino, ya me habré (espero) petrificado, sudado y atacado todo lo que me tenía que petrificar, sudar y atacar, eso que llevo de ventaja.
Y yo, que soy de natural tímido, a la par que asustadizo e impresionable (o influenciable, según la de la bici), me he quedado petrificada, se me han agarrado los nervios al estómago (me consuela saber que un sándwich de Nocilla y un yogur bailaron la capoeira en sus respectivos estómagos, sino tendría que pensar que había dado en roxo*), me he puesto a sudar como un pollo y he tenido que salir a la terraza, teléfono en mano, para evitar que me diera un vahído, o pampurrio.
Bueno, no hay mal que por bien no venga. Así, cuando el próximo viernes (D. m.) nos veamos, las cuatro, cara a cara, en Mitadelcamino, ya me habré (espero) petrificado, sudado y atacado todo lo que me tenía que petrificar, sudar y atacar, eso que llevo de ventaja.
*Dar en roxo. Bable. Pasarse de vueltas.