
Las palabras entonces no sirven, son palabras...
Manifiestos, escritos, comentarios, discursos,
humaredas perdidas, neblinas espantadas.
Qué dolor de papeles que ha de llevar el viento;
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua.
Siento esta noche heridas de muerte las palabras.
Nocturno, Rafael Alberti
3 comentarios:
Nos queda la palabra, sí, creo yo.
Me gusta el ritmo de tu blog, y me gustan las palabras.
Sí, esta chica va a ser otra de las bloggeras guays por excelencia. Démosle tiempo y veremos qué sorpresas nos depara, que serán muchas.
Tempus dixit.
Gracias, chicas, por vuestros amables comentarios.
Leía, ayer, en el libro de José A. Marina, "La inteligencia fracasada": [...] "Desconozco cómo estoy escribiendo estas líneas. Me he sentado ante el ordenador, he dado una vaga orden a mi inteligencia computacional y he esperado. [...]mi inteligencia computacional sabe el contenido de este libro, contenido del que yo me iré enterando a medida que lo escriba. Esto me hace ir de sorpresa en sorpresa".
Bueno, pues así estoy yo, con este blog. Una ligera idea sí que tengo, pero...
Confío en que las sorpresas os resulten agradables (y estimulantes).
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