jueves, agosto 03, 2006

La vida mágica de las palabras: VACACIONES (I)


Éste es mi balcón favorito al Cantábrico. Aquí pienso pasar todo el tiempo, que me permita la cambiante meteorología norteña, con mi madre, mis perros, mi silla, mi sombrilla, y mi libro de turno.
Aquí, me bañaré (entre estas rocas, sí), espiaré, con mis gafas de bucear, a los pececillos que osen acercarse a la costa, dormiré la siesta (escuchando a las olas estrellarse contra las peñas del acantilado), leeré y hasta olvidaré el significado de la palabra estrés.
¿Se puede pedir más? Lo dudo.

6 comentarios:

yo, la peor de todas dijo...

un paisaje precioso, realmente no puedes pedir más... ¿está abierto el proceso de adopción a atormentadas -encantadas- de tentar a la suerte con la agitación cantábrica?

Mármara dijo...

Por supuesto, La Peor. La agitación cantábrica se nutre de las tormentas (y de las atormentadas, mucho mejor si son-están encantadas). Y ya sabes que "después de la tempestad siempre viene la calma", o la agitación masiva, a gusto de la consumidora.

Roma dijo...

Anda, pero si estás aquí!! no te habías marchado de vacaciones? uy, qué lío! Veo que tenemos los gustos playeros igualicos, claro que mi playita es como esa pero mucho menos... cómo decir?... mucho menos fotogénica, eso es.

Mucho tendríamos que nadar para encontrarnos de bruces... como poco nadaríamos la vuelta a España, jajaaa.

Un besoooooooo bien grrrande

Mármara dijo...

Estoy, sí, recuperando alguno de los hábitos (la lectura compulsiva, la escritura, el blog, el correo electrónico...), que abandoné el curso pasado, a causa de lo que ya sabemos y que no quiero ni mencionar. Que para eso son las vacaciones, ¿no?
Otro beso enorme para ti, Roma. Es cierto que tendríamos que nadar la vuelta a España, y otros teeritorios peninsulares, para encontrarnos, pero, habiendo blogs, ¿quién necesita ser David Meca?

Marcela dijo...

Holaaaaaaa, marmarita, entre etapa y etapa de este verano te saludo; qué alegría verte por la red; por cierto, de mi playa favorita a la tuya podemos llegar nadando, jajajjajaaaaa.

Mármara dijo...

Jajajajajajaja. Poder, lo que se dice poder, podemos, ahora bien, desde aquí te lo digo, Marcelilla, no me veo capaz de luchar contra las procelosas corrientes de la mar cantábrica. Quizás en tierra firme, cervecilla (sin alcohol, por medio...

 
Free counter and web stats