lunes, diciembre 01, 2008

La vida perversa de las imágenes publicitarias

Este fin de semana que acaba de pasar, tuve un rapto bucólico y pastoril. Aprovechándo el temporal que nos acompaña, decidí quedarme en mi casita, en vez de desplazarme a la capital del Principado, a disfrutar de la soledad y el sosiego de mi hogar.
Pico Gorfolí a las doce del medio día (SE)
El NE, amenazando, después de "La Gran Granizada".
(El patio del cole después de la monumental granizada que cayó sobre las tres)
Pensaba dedicar mi post semanal a describiros mi maravilloso fin de semana, pero, ¡héteme aquí!, que ayer, domingo, salgo, como de costumbre, a una hora prudencial a dar mi paseo con este par de peludos con los que comparto casa, además de vida, y a comprar El País, una de mis costumbres domingueras más arraigadas.
Por aquello de romper con la rutina, en vez de empezar por el periódico, empecé por el Semanal, que prometía, con eso de los cien personajes del año, aunque sólo fuera por comprobar la proporción de hombres y mujeres (no, no me equivoqué). El artículo de Maruja Torres me dejó un sabor agridulce, más agrio que dulce, aunque, cuando se me cayeron todos los palos del sombrajo fue cuando llegué a la sección de ¿Belleza?
En el momento en el que escribo (no he visto el último informativo) son SESENTA, las mujeres muertas por causa de la violencia de género (hubieran sido sesenta y una, si el innombrable, que es que no encuentro calificativo, de Pontevedra hubiera encontrado a su ex esposa), que si las sumamos a las QUINIENTAS TREINTA Y TRES, asesinadas desde 1997, año en el que se comenzó el recuento, hacen un total de QUINIENTAS NOVENTA Y TRES, en diez años y once meses. Lo que viene a suponer una media de CINCO MUJERES AL MES.
Cuatrocientas mil mujeres sufren malos tratos, en España. No creo que haya una sola mujer, en este país, por no meterme en casa ajenas, que no haya sufrido algún tipo de violencia por el simple hecho de ser mujer. Y, sin embargo, fulanos como este, todavía se permiten jugar con el imaginario colectivo y hacer apología de la violencia sexista en sus imágenes publicitarias.
(No pueden caber más estereotipos que inciten a la violencia sexista en una sola imagen)
Aunque lo peor no es eso, si no que lo hace porque esto es lo que vende. Sabe, perfectamente, qué teclas tocar. Y las toca. Y su música sigue sonando, mientras cientos de miles de mujeres son maltratadas, vejadas y despreciadas, tratadas como meros objetos de consumo. Mientras decenas de mujeres siguen muriendo a manos de sus maltratadores.
Para completar su línea de lencería, pensada para mujeres fuertes, liberadas sexualmente, que deciden a quién quieren enseñarle su lencería, ha lanzado un perfume, Body Glamour, con olor a "boudoir" de los pies a la cabeza.
Y, para mayor escarnio, El País le dedica CUATRO páginas.
¡Qué asco, joder, qué asco!

16 comentarios:

la cocina de frabisa dijo...

Me pregunto además si el exceso de publicidad de las noticias de mujeres que mueren a mano de sus parejas o ex parejas no ha creado una especie de ola que no acaba...

Quizás no, y sucede lo que siempre pasó y antes no se sabía.

Yo también leo El País, pero no olvidemos que es un negocio como cualquier otro. ¿Qué nos rechina? a mí sí y mucho. Me carga no solo lo que cuentas que ya no tiene niveles y se arrastra (se las trae la foto ehh) sino que no me puede indignar más los clasificados eróticos con imágenes de niñas-adolescentes ofreciendo sus servicios sexuales. Después, el mismo periódico, si cuadra, condena el comercio sexual de Cuba o de Almería.
Coño, hay que tener un poquito de coherencia, no pido mucha, un algo, lo suficiente para que a uno no se le mareen las tripas a primera hora de la mañana.

Un beso, buen día y excelente post.

Anca Balaj dijo...

¡Plas, plas, plas, plas! Excelente artículo, Mármara, de verdad.

El caso es que en prácticamente toda la publicidad es así. Lo políticamente correcto es decir una cosa y se actúa de forma muy diferente, porque ¿a quién le interesa que cambien las cosas? La violencia de género se ve que es un problema que tenemos las mujeres (de aquí excluyo unas increíbles palabras con las que Iñaki Gabilondo abrió el informativo el 25 de noviembre, que por fin habló como tienen que hablar los hombres sobre este asunto).

Lo lamentable es que a veces incluso las mujeres nos vendemos y cedemos a esto a cambio de cuatro carantoñas y no dormir solas.


En fin, tema doloroso y sangrante todavía.

Besos

farala dijo...

tremendas verdades las que dices... y lo peor es que ya dejamos de verlas, de analizar... yo digo que siempre llevo las gafas moradas puestas pero lo cierto es que hay imagenes publicitarias que ya ni me molesto en analizar. Esta que has colgado es im-pre-sio-nan-te. ¿¿¿y son unas llaves las que lleva ella en la mano?? ¿¿y es un lacito -negro- lo que lleva ella al cuello?? ¿¿y es él un cazador bebiendo, mostrándonos orgulloso su presa?? podría seguir con el decorado/bodegón, pero se me revuelven las tripas...
¡¡ni una más!!

ConchaOlid dijo...

Mármara, lo increible es la cantidad de mujeres que siguen este slogan, que se creen fervientemente estas falacias y matarían por ese perfume u otro similar.
Eso me asusta, eso me conmueve porque no ven el daño que hacen al género femenino y a ellas mismas.
Siempre será noticia mientras NOSOTRAS no acabemos con ello, desde la más básica educación a nuestros hijos e hijas.
Lo sé, todo empuja hacia otro lado.

Marcela dijo...

Qué quieres que te diga, Marmarita, que suscribo todo lo escrito perfectamente por ti.

errante dijo...

...y qué vergüenza.

Mari Triqui dijo...

Suscribo todo lo que dices!!

Cata dijo...

Hay algunas que ni siquiera les importa.
TOTALMENTE DE ACUERDO!!!
Bs

marga dijo...

tristísimo, es un fiel reflejo de como estamos....

Mármara dijo...

No sé si el exceso de noticias perjudica, Frab, pero lo que sí tengo comprobado es que se repite el "modus operandi". Si queman a una mujer, la siguiente que asesinan es por el mismo método. Son tan cobardes que necesitan envalentonarse.
Lo de "El País" lleva rechinándome mucho, mucho tiempo. Su lenguaje es completamente sexista, sus anuncios corporativos, por ejemplo el de "El País de los estudiantes", hasta el de este año, no pueden estar más llenos de tópicos burdos y, a mayores, de vez en cuando, nos "sorprenden" con perlas como ésta. Quizás para conmemorar el 25 de noviembre.
Como he aprendido con Marcela, este tipo de anuncios, lógicamente, no están destinados a las mujeres, si no a los hombres. Que algunas mujeres sigan este eslogan, que compren este tipo de ropa, o que se la dejen regalar, seguramente tendrá el mismo origen que la violencia que sufren.
Gracias a todas por los comentarios, como véis, contados. Curioso, muy curioso que esta entrada haya tenido, aproximadamente, 130 entradas, y sólo nueve os hayáis decidido a comentar. Nunca hay proporción entre las entradas y los comentarios, pero resulta curioso tanto desfase. ¿O no?

prófuga dijo...

qué mierda todo, no?

Esto me recuerda una conversación encendida que tuve hace poco con un tipo, muy viajado, supuesto trotamundos, "no hay mujeres chefs porque en realidad las mujeres no sienten la comida..." -y yo pensando en generaciones de mujeres que han cocinado para él-. Tanto viajar, tanto viajar...si es que hay gente que pasa por el mundo, pero el mundo no pasa por ellos.

Mármara dijo...

Pues sí, Prófuga, sí, una mierda.
Ahora bien, lo mismo que te digo una cosa, te digo la otra, mientras sigamos (como colectivo) con la moral por los suelos y la autoestima en las profundidades abisales, ellos serán restauradores y nosotras cocineras, de novena porque no hay décima.

ConchaOlid dijo...

Porque...hace frío para mojarse mujer...

dintel dijo...

Pretendemos arreglar la casa sin tocar los cimientos que andan con el hormigón podrido.

Mármara dijo...

Casi que lo que más frío da, Conso, es mirarse en el espejo.
Es que los cimientos, Dintel, son muy profundos y hay que cavar mucho para llegar a ellos.

Leonor Cabrera dijo...

Los medios de comunicación son máquinas de hacer dinero, y Prisa ahora aún más que se le multiplican los enanos (cierre de Localia dejando en la calle a cientos de currantes, deuda con los bancos...). Sólo hay que ver el entramado mediático que tiene: Millás escribe en El País, sale en la SER y publica en Alfaguara y Aguilar, ambas Prisa. Es sólo un ejemplo, pero ilustrativo.

 
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