martes, agosto 17, 2010

La vida germinativa de los momentos estivales


El taxi barcelonés, con la Sagrada Familia incrustada en el techo, contribución de Blau y su Drac a mi, ya, espectacular colección.
El otro día, cuando iba hacia Coruña, a disfrutar de un finde en compañía de Frabisa, Blau y su Drac, cómodamente instalada, como corresponde a una señora mayor, en un asiento individual del ALSA Supra, di en sacar la mi libretina y ponerme a trabajar en el primer capítulo de la novelita que estoy revisando.
De repente, a la altura de Tapia de Casariego, en cuyo campo de golf perdí mi swing, hace tres años, a causa, entre otras cosas, del impacto que me produjo una de las compañeras de partida, que me dejó completa y absolutamente kaos, quizás para compensarme de tamaña pérdida, ¡zas!, va y me brota, tal que los hombres del bancal en "Amanece que no es poco", un personaje con el que no contaba. Un personaje sólido, a la par que contundente, que, sin mediar intención alguna por mi parte, me llevó por unos derroteros que no me hubiera atrevido a imaginar en estado de excitación mental.
El hombre del bancal
Como sería, que agarré un calentón de tal calibre, que me vi en la necesidad de cerrar la libretina, beber media botella de agua de un sorbo y hacer unos ejercicios de relajación, so pena de ponerme en evidencia o, en su defecto, encerrarme en el claustrofóbico cubículo que tienen por baño estos autobuses, a solventar.
Ya en casa de Frabisa, arrellanada en uno de sus sillones lectores, con el notebook de la mi amiga sobre las piernas, mientras escuchaba la interpretación de Jackeline du Pré en el YouTube, de la pieza musical que inspiró el capítulo y la escenita de marras, tuve una seria conversación con mi protagonista y, entre las dos, pusimos al nuevo personaje en su sitio, aunque, eso sí, convinimos en darle el espacio que merece su determinación por formar parte de la historia.
Días después, ya en casina, compruebo que, por fin, después de varias semanas de cuidados y desvelos, me ha brotado un tomate. Este tomate.
En este momento ya han brotado otros, igual de minúsculos, igual de prometedores, pero la contemplación de aquel primer fruto, me emocionó tanto que no pude por menos de dar unos cuantos botes de alegría e inmortalizar el acontecimiento en esta instantánea.
Yo, que soy tanto de señales exotéricas, he interpretado, éste y otros brotes que se están sucediendo en mi bancal particular, como un feliz augurio.
Sea como sea, éste está siendo un verano muy, pero que muy fructífero.
Continuará...

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso promete una buena ensaladina!
Qué bien te leo...

Irreverens dijo...

Tú sí que estás fructífera, Marmarita.
:)

Y yo también estoy emocionada con mis tomateras este año; parece que por fin voy a poder cosecharlos en buen estado (el año pasado se me ponían pochos antes de madurar).

A seguir así.

Candela dijo...

Qué bueno encontrar una coprotagonista (pienso) o al menos personaje importante con un papel tan definido y contundente. Qué bien que la protagonista y tú lo tengáis hablado y acordado, y qué bueno el picadillo de tomate vas a prepararte cuando ese y sus compañeros hayan madurado, como han madurado el personaje y la idea. Sé que, si un día puedo leerlo, me gustará.

Blau dijo...

Fía, que bien luce la bolina, cuanto me presta que te guste :-)

Yo creo en las señales, estoy segura que son todas positivisimas.

Besines

Nefer dijo...

Pues aprovecha esas señales, que las ocasiones dicen que las pintan calvas!
Besucos

prófuga dijo...

ayyy, que te tengo una bola de esas desde hace medio año!

farala dijo...

jajajaaaaaaaaa, genial, como siempre (¿a solventar? jajaja!!) ardo en deseos de leer esa novela!!

Mármara dijo...

No sé si me va a dar pena comérmelos, Alson, después de haberlos criado con tanto amor.
Gracias Irre, no veas lo que me está cundiendo el descanso estival este año. Ojalá te crezcan sanos y robustos y puedas disfrutarlos, bien en pisto, bien en ensalada.
Te prometo, Candelilla, que si terminar la termino, te pediré que la leas y opines.
Independientemente de las señales, que las veo contundentes, con su fundamento y su perejil, Blau, estoy pasando uno de los mejores veranos de este siglo. Más no te digo. La bolina me prestó por la vida, ya lo sabes, y ha tenido muchísimo éxito entre mis amistades. Díselo a tu Drac.
Las aprovecho, Nefer, las aprovecho.
¡Ay, Profu, y pensar que nos vimos hace cuatro días y se te olvidó dármela! estoy viendo que vas a tener que venir a traérmela.
No sé por qué me late que te va a tocar algo más que leerla, Faralilla.

Sra. Castafiore dijo...

Bueno, pues parece que estás "sembrada" y alumbrando tomates, personajes, capítulos y hasta novelas completas... ¡Que siga la racha!

Jirafas en Gerundio dijo...

Sin abonos, ni fertilizantes químicos. Si es que cuando hay buena tierra en la sesera, sólo hace falta plantar en la época adecuada, y parece que ya estamos en tiempo de cosecha.

Hasta los pelos dijo...

Marmarina, ni se te ocurra ponerles nombres identificativos a tus tomatinos, como lo hagas, se te mueren de viejos fía!!!

dintel dijo...

¿Ahora a solventar se le llama tener una seria conversación con tu protagonista?

Creo que me voy a charlar con la mía... Ejem...

Mármara dijo...

Sembrá sí que estoy, Casta, que no hacen más que salirme tomates en las tomateras. Ahora bien, en cuanto al tema literario, como no me busque un poco de tiempo, me lo estoy viendo negro azabache.
¡Dios te oiga, Jirafa! Porque, tomates, espero recoger unos cuntos, a tenor de los que están brotando, pero en lo otro, lo que le digo a casta.
No, no te has de preocupar, Hasta los pelos, que disecar, sólo voy a disecar el primero.
Lo que tenía que solventar, en aquel momentín, no era, precisamente, el diálogo con mi prota, Dintel, sino algo menos imaginativo, pero más perentorio.
Pero sí, tú habla con la tuya, que ya verás las cosas que te cuenta. Avisada estás.

la cocina de frabisa dijo...

Estoy alucinada con la cantidad de bolas que tienes, increíble, tienes muchísimas.

Qué buena la que te regalo Blau, es chulísima.

Y lo del tomate, im presionante. Yo los tuve algún año en mi terraza y da una ilusión tremenda el verlos aparecer un día cualquiera.

besitos

Mármara dijo...

Ya tengo más de cien, Frab, repartidas por todos los rincones de la casa, de todo tipo, menera y lugar del mundo, desde Australia al Reino Unido, pasando por Usuaia, Los Ángeles o Jerusalem. Todas ellas, gracias a que las personas que me queréis viajáis mucho más que yo y, lo que es más importante, os acordáis de mí en esos viajes.
Lo de los tomates, que es la primer vez e mi vida que lo hago, es una gozada. Más será si llego a lograrlos y comérmelos.

Anónimo dijo...

Seguramente te dara penina, pero ¡y lo buenos que te van a saber!....

Sandra Sánchez dijo...

Ummm....interesante....

 
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