sábado, enero 28, 2006

La vida (no tan) secreta de las imágenes publicitarias


La violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de las mujeres y a su discriminación, a través de normas, valores y principios, que las sitúan en una posición clara de desventaja, respecto a los hombres, y que han impedido su progreso igualitario.
Sigamos perpetuando roles, total, para lo que nos cuesta...

5 comentarios:

Marcela dijo...

Algún día la masculinidad será entendida de otra manera y no se asociarán continuamente a la idea de poder. Algún día, la sociedad será realemente igualitaria entre varones y mujeres; algún día...joer, tengo que creer que algún día pasará ¿no?

Mármara dijo...

Vale más que demos en creer que sí que pasará, porque sino, ye pa tirase al monte.

Mármara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
yo, la peor de todas dijo...

Un buen ejemplo. Los anuncios de cuchillas de afeitar potencian esa relación de poder respecto a otros.

Mármara dijo...

El poder, asociado a las cuchillas de afeitar y a la velocidad de los coches.
Un tanto por ciento elevadísimo de los accidentes de tráfico son producidos por hombres. El 35% con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años. Un tercio, por hombres que han bebido más de la cuenta...
Ocho mujeres asesinadas en 28 días.
Redes de pederastas que se excitan con la visión de abusos cometidos contra niñas y niños...
Maldito poder.

 
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