jueves, septiembre 28, 2006

La vida patética de las palabras


(Aula de Fray Luis de León, en la universidad de Salamanca)

"Un profesor (o profesora, porque digo yo que también hay mujeres que se dedican a la docencia, ¿o no?) entra en un aula. Los alumnos universitarios (y las alumnas universitarias también) le recibe sentado en sus pupitres y durante 50 minutos o una hora apuntan la lección que el (o la) docente les explica (O sea, igualico, igualico que en época de nuestro excelso Fray Luis de León). Así pasa el curso hasta que, llegado el momento de la evaluación, los alumnos (y las alumnas) vuelcan en un examen los contenidos que el profesor (o profesora) les ha dictado." "[...] La comunidad universitaria ve inviable desterrar la lección magistral, pero pide que se complete con prácticas más abiertas y participativas".

"[...]Entre las recomendaciones del Consejo de Coordinación Universitaria proponen la creación de un Plan Específico de Renovación de las Metodologías... [...]Este proyecto ofrecería apoyo técnico a los (y las) docentes, ofreciéndoles formación pedagógica, hoy inexistente, y modelos y buenas práctica a imitar".

O sea...

Otras clases de Universidad. J. A. Aunión. El País, 25.09.06

8 comentarios:

Marcela dijo...

Gracias a esa metodología de mierda conseguí yo aprobar la carrera sin dar palo al agua. Estudiaba un par de meses al año y así aprobaba, teniendo de vacaciones diez meses. Eso fue lo que consiguió la metodología de la vomitona (me atraco de apuntes y los vomito el día del examen, eso sí, me permitió ser lo que siempre quise: profesora de instituto encantada de la vida.
La universidad que mantiene esa metodología no es un centro de enseñanza,sino una máquina expendedora de títulos.

Roma dijo...

La foto que has puesto da hasta miedo, joer, qué espanto!

Mármara dijo...

¿Será por eso que tengo dos (títulos, porque en el tema de las axilas y las ingles casi que no vamos a entrar en este momento), Marcelilla? ¡Hotia, no había caído en la cuenta hasta ahora!
Pues ahí se subía Fray Luis, Roma, jamía, y daba sus clases magistrales más ancho que largo, el hombre.

chusbg dijo...

Bueno te voy a contar una anécdota de primaria, eso si, las clases son como tu dices, pero hubo una profesora que sacaba a los alumnos bastante de la clase, un día les llevaba a la playa, otro al museo de bellas artes, los alumnos estaban cansados pero muy contentos, se me acerca un padre y me susurra que no hay derecho que la profesora tal, ni manda deberes, cualquier día se la mata un niño, etc, etc, que como está la enseñanza, mi respuesta como siempre, bueno si, es que cada uno es como es bla bla bla, tiraba yo balones fuera, ya estoy un poco cansado de mantener discusiones estériles con gente cerril.

Por cierto me gustaría comentarte también que ayer, por casualidad vi una película en la tele, que es del año 95, que aunque está un poco idealizada, explica de maravilla todas esas cosas de las que hemos estado hablando en el blog de Roma, bueno esas cosas que tu decías que tiene que tener un profesor y que yo estoy muy de acuerdo, fue una sorpresa y la vi con los ojos como platos. La película se titula Mentes peligrosas, te pongo la referencia por si acaso no la has visto y porque dice muy bien de qué va la película http://bloggermania.com/content/view/2157/2/
Me encantó.

Un saludo

Mármara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
chusbg dijo...

No te lo vas a creer pero lo que más me han restregado cuando sale eso de que los alumnos de ahora no saben las cosas que se sabían antes, no saben geografía, antes nos hacían aprender los rios de España. Lo que más les duele es eso lo de los rios, como si ella( la que lo dice) se los supiese y como si nos fuese la vida en ello, en aprender los rios, que no digo yo que esté mal saberlos.

No sé, creo que por cercanía conocerás un poco lo que se dice del ambiente de Santander, como será que aquí no existe IU por ejemplo, no se si has venido últimmente o cuantas veces, pero seguro que si lo has hecho, habrás visto con horror, me imagino, la estatua de Franco, en su caballo enfrente del ayuntamiento, todos los veinte de noviembre se juntan bastantes individuos a homenajearle y levantarle el brazo, cuando existía Ruiz Mateos como político, Santander era una de las tres o cuatro provincias en las que hacía campaña, tenía muchos adeptos,con esto te quiero decir que casi uno se tiene que conformar que no le llamen bicho raro, este tema además es particularmente sangrante, te prometo que es como hablar con una pared, las ideas que tu transmites en educación, lo que yo pienso, para el personal de aquí, son hechicerías, yo he tenido muchos problemas con profesores por no mandar a mi hija a clase de religión, más niña tuve la suerte de que la toco 1ºA si le hubiese tocado el B, pues la profesora les hacía rezar al entrar y al salir, y no había manera de hacerla cambiar o no se quería, la cambié de colegio en pleno octubre, una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Bueno no me quiero extender, si puedo si intento hablar, pero he salido escaldado muchas veces.
Un saludo

Mármara dijo...

Hace tiempo que no voy a Santander, pero tengo amistades que son de allí y me han comentado lo que dices, Chus.
Es cierto que, a veces, nos resulta muy duro, y cansino ir contracorriente. Por eso vale más actuar como tú lo has hecho y dejar que nuestras acciones hablen por nosotros. Has sido muy valiente cambiando a tu hija de colegio en pleno mes de octubre. Y me alegro de que te haya salido tan bien.

Mármara dijo...

Gracias, Chus. Por la anécdota y por la película, que sí he visto, un par de veces. Tiene más mérito por ser americana, aunque ese cine haya dado más ejemplos de ese tipo, como "Rebelión en las aulas", con un jovencísimo Sidney Poitiers y un fantástico Glen Ford, en los papeles protagonistas, que nos han repuesto esta temporada en AXN, o TCM, que nunca recuerdo cuál de las dos es. Por no hablar de "La lengua de las mariposas", que relata maravillosamente bien el trabajo de las maestras y maestros de la República, cuyo destino conocemos tan bien.
Gracias al cielo, aunque nuestra enseñanza esté plagada de frayluises(as)deleon, lo cierto es que también existen muchas maestras y maestros que, como la maestra de tu anécdota, no se escudan en los horrores externos y trabajan para convertir a su alumnado en personas críticas, responsables, respetuosas, solidarias -con otras personas y con la naturaleza- y que fomentan la curiosidad y el amor por el conocimiento.
Ahora bien, te animo a que rebatas, con tus ideas,las opiniones de esas personas que, tal vez por desconocimiento, siguen pensando que la Enseñanza consiste en que el alumnado acumule conocimientos inútiles y sea capaz de recitar, como un papagayo, por ejemplo, las capitales de África.

(He cambiado este comentario de sitio porque tenía una falta de ortografía en el original y como no puede corregirse (o no sé hacerlo) de otra manera, pues eso).

 
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