lunes, septiembre 17, 2007

La vida ingrata de la pandillita interior


(Mareonas de San Agustín en El Bigaral)
No me centro. No soy capaz de ponerme las pilas. Vivo en un permanente mañana será otro día. Vagueo, me disipo, vuelvo a vaguear, repaso la lista de ese montón de cosas que me apetecería hacer si no fuera porque la Mármara Perezosa ha vapuleado (como las olas vapulean las peñas de mi rincón favorito) y dejado completamente kaos a la Mármara Responsable, a la Eficiente, a la Organizada, a la Ordenada e, incluso, a Laquedisfrutaconcualquiercosa. Y vuelvo a vaguear, y a disiparme. Repaso mentalmente la lista de cosas que tengo que hacer, ¡porque tengo que hacerlas!, y me entra una pereza de tal calibre que ni la palabra tarrecer (vocablo del bable que significa aborrecer, dar pereza infinita) basta para definir el estado en el que me encuentro.
En fin, resumiendo, que no hago carrera de mí misma.
Y encima, para mayor escarnio, se ha puesto a llover, ahora que iba a bajar a darle el paseo de rigor a mi par de almas perrunas, al objeto de cenar temprano, mientras veo Perdidos (lo estoy grabando), e irme a la cama a dormir, a ver si mañana, cuando me levante, se me ha pasado este ataque de vagancia absoluta.

10 comentarios:

Blueyes dijo...

aaayyy fia, puedo acompañarte con la vagancia??? jajajaja risa infinita jajaja

besines

Morgana dijo...

No soy la única entonces?? Gracias Diosas!!

Besoooooos

Marcela dijo...

Joer, pues a mí me apetece un poco de vagancia, pero no puedo tenerla, no es buen momento para tirarme a la bartola (perdona, bartola, bonita, no es nada contra ti). Por eso, os deseo una vagancia guapa, leeeenta, soporíiiifera...que ya tendréis tiempo de estresaros.

Mármara dijo...

No es que lo sienta por ti, Marcelilla, que sé que todo ese esfuerzo tendrá como recompensa el éxito, pero, tienes razón, hay que aprovechar los momentos en los que podemos darnos el lujo de ser vagas, que muy prontito llegará el momento en el que no podamos.
Y tú, Morgana, aplícate el cuento, además, ya sabes que "mal de muchas, consuelo de TODAS", ¿verdad, Blue?.

chusbg dijo...

Oye que tendrá la Bartola que todos y todas que diría Ibarretxe quieren tirársela.
Bueno, Mármara doy señales de vida después de doce días en el hospital, en el cual ingresé por urgencias y es por lo que no he podido decir nada pues como no tengo portatil y no me dejaban salir para nada pues eso, en el dique seco. Ayer lunes salí. También me he estado tirando a la Bartola pero esta Bartola no me gustaba nada a pesar de todo.

Veo que estas sacándole partido a la cámara que hace unas fotos divinas. Bueno como decía un amigo mío no es la flecha, es el indio. La flecha (cámara) es buena pero el indio (la fotógrafa) es mejor

Saludos

Mármara dijo...

Me alegra mucho verte por aquí, Chus, después del trance.
Como imagino que estarás unos días de baja y he visto que, incluso en el lecho del dolor, pensabas en bloguear, se que aprovecharás para compensar todos esos días de obligado dique seco con jugosas interpretaciones de nuestra entretenida realidad cotidiana, así que pasaré a visitarte, como de costumbre.
Gracias por los piropos sobre mis habilidades fotográficas, espero mejorar en cuanto le coja el tranquillo a la cámara.
Hoy, más que nunca, bienvenido.

txanba dijo...

a veces me pasa a mi, y eso que cuando empiezo no paro, pero, como bien dices a veces, estamos llenos de vagancia que nos apetece la cama, o simplemente no hacer nada. un abrazo.

tx

Anónimo dijo...

Cómo me gustan esos días en los que no me apetece hacer
nada y encima puedo no hacer nada...

Disfrutalo, ya habrá días para no parar.

Mari Triqui dijo...

Pues... yo he tenido una semana de no parar... y ¿ganas? la verdad... sí que tenía, hasta hoy, que ya me han aflojado!
Como ya es viernes supongo que se te habrá pasado ¿no?. Si no es así aprovecha el fin de semana y sigue vaga, que por algo el cuerpo te lo pedirá!
Besos volaos!

Anónimo dijo...

Pues aqui hay otra que le pasa lo mismo, yo. Siempre tan activa, sin querer parar nunca y ahora me he vuelto perezosa y creo que hasta un poco vaga.
Seguro que es el cansancio de tanto agetreo anterior, o tal vez un respiro en el que tomar fuezas para afrontar lo siguiente.
Un saludo

 
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