viernes, agosto 01, 2008

La vida cambiante de los momentos veraniegos


-No mires hacia atrás. Nunca mires hacia atrás en los andenes, te quedarás
con la imagen de una promesa (Fanis).

(Sicilia y la Gran Muralla china a un palmo de distancia)
Cuando empecé esta colección, allá por el año 90, nunca imaginé que, a mayores, atesoraría los pensamientos de quienes me recuerdan en sus viajes, por lo largo y ancho de este mundo, y las buscan, hasta debajo de las piedras, para regalarme con ellas su cariño y un trocito de mundo que, quizás, nunca conoceré. O sí.
Mi hermano nº 4 se estrena en el mundo de las galerías de arte con una instalación de lo suyo. Allá fuimos, su familia y sus amistades, a celebrar con él tan magno acontecimiento. ¡Felicidades, J.!
A la recherche du swing perdu. Tampoco lo encontré aquí. Quizás mañana. Quizás. Hoy, toca playa, que hace un día...

10 comentarios:

Mari Triqui dijo...

Qué belleza de película, qué sabia, qué buen sabor de boca deja, ¿verdad?.

Jajaja... imposible ver ¿cómo se llaman? ... ¿bolas de cristal? de éstas y no acordarme de ti... supongo que a todas nos pasa...

Nada... a dar las gracias por todo lo que tenemos y a disfrutar de la playita (yo tb bajo dentro de un rato).
Besos.

Marcela dijo...

Marmaritaaaaa, qué bonito quedas sicilia al lado de la muralla china, así es el mundo de pequeño. tenemos que quedar otro día a cenar y charlar, preciosa.

Mármara dijo...

Y, porque no salían en la foto, pero sepas que la bolina que me regalaste está junto a la de Santiago de Compostela (2004), que qué risa nos pasamos en aquel viaje, todo sea dicho de paso, y a una de Paris que me trajo mi hermano nº 4 de Londres (comprada en Portobello). Claro que hemos de quedar para cenar. A ver si se nos apunta Happy. Te llamo el lunes.
Me encantó la peli, Glora. Me la encontré de casualidad y no pude despegarme de ella. ¡Qué sabia!, en efecto. Y, qué tierna, qué vital...
Las mis bolinas se llaman "bolas de nieve", aunque algunas de las que hacen (¡cómo no!) en Taiwan, o en China, hayan cambiado la nieve por el bris-bris. Me encanta que te acuerdes de mí cuando las veas.
Completamente de acuerdo contigo, a dar las gracias y a disfrutar.
Hoy, a pesar del día de restallón que hace, he quedado con lamirmana a ver si ella me ayuda a reencontrarme con mi swing. ¡Ay, Dios, qué cruz llevo conmigo, leches, a cuenta de este asuntillo!

Blau dijo...

Mármara, cuantos Nº de hermanos tienes??? Que chevere que tienes buen clima para la playuca.

Besines

ConchaOlid dijo...

Vaya... un post de lo más completo.Pero, lo principal es la vivencia que transmite.
PD: Le dí los abrazos y no veas como están de estupendos.

Mármara dijo...

Somos seis, Blau, y yo, la mayor, así que despues del hermano nº4 hay otros dos más.
Es que el tiempo de verano da para mucho, Conso, hasta para vaguear, y todo. Es que los abrazos dan mucha energía. Yo, a este par que tengo les doy unos achuchones que no veas.

Ripley dijo...

Qué recorrido fotográfico y memorístico más bonito por los momentos veraniegos...espero que este verano también te depare muchos momentos para recordar. un besazo

Suassi dijo...

Sí, la verdad es que el verano da para mucho.Y lo bueno, es que nunca dejas de sorprenderte.

Sí, es verdad los abrazos dan para mucho. Deberíamos abrazarnos más, pedirlos sobretodo cuando los necesitemos.

P.D.: Por cierto, hay que quererse un poco más. Lo que no puede ser es que sean como el "Perro del Hortelano" que ni come ni deja comer.

Mármara dijo...

Éste, como todos los veranos (y los otoños, y los inviernos, y las primaveras), me está regalando muchos momentos para recordar, Pauline. Y para compartir :)
Bienvenida Suassi. Tienes toda la razón, hay que quererse, y mucho, para poder querer a alguien y, también, para evitar atraer a nuestras vidas a personajillos que respondan a la tipología que mencionas. Tipología que detecta, como un radar de última generación, nuestros miedos e inseguridades y se alimenta de ellos, incapaz de encontrar la energía suficiente para sobrevivir en su pobre y mísera vida.

Suassi dijo...

Hola, yo durante dos años, fui la otra. Pensaba que me quería, porque una y otra vez me lo repetía. Hasta que me paré, reflexioné y dije, si fuera verdad que me quiere, estaría conmigo y no con su novia.
El problema es que nos enamoramos y como no sé quien decía: "el amor es ciego pero los vecinos no". Cegados por el amor sólo vemos lo que queremos ver y son nuestros amig@s los que nos dicen que no nos conviene, pero ahí seguimos, erre que erre. Al final un día te quitas la venda y descubres que no era oro todo lo que relucía.

Besitos

 
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