miércoles, mayo 27, 2009

La vida contraproducente de la práctica docente

Llevo un mes de periplo, por los bonitos pueblos de la geografía asturiana, visitando centros educativos. Ora en la montaña, ora en la costa, ora en los barrios, ora en el centro de las ciudades. Es una de las partes que más me gusta de mi trabajo actual. Oyes, que lo disfruto que más no lo puedo de disfrutar. Uno, por lo que aprendo, otro por lo que charlo (que es que a mí me gusta mucho eso de dar la parpayuela*), y otro más por lo que veo, u observo.
Ayer, por ejemplo, vi, por primera vez en mi vida esta flor.

Es la flor de la planta del cabalacín, que da dos flores: la masculina, que se muere rápido, y la femenina, que tiene como tallo al calabacín. La vi en un huerto escolar. Diz la mi M que los huertos escolares no tienen sentido (pedagógico). Yo, ignorante, pensaba que sí, pero ella, que sabe mucho, mucho, de pedagogía dice que no, y me ha dado tales argumentos que he tenido que terminar por darle la razón.
He visto muchas cosas estupendas en los centros que he visitado. Y otras que me han puesto os vellos como escarpias, que me han devuelto a los momentos más oscuros de mi infancia, los que pasé en el colegio de las RR MM Ursulinas de Jesús. Y otras, las peores, que, como me díjeron ayer, en un Seminario de los que he cordinado este curso, me ponen en al borde del ictus.
Las cosas estupendas las difundo de un cole a otro y las pongo en mis blogs profesionales (cinco, gestiono, aparte de este) para que sirvan de ejemplo e inspiración a quienes creen y trabajan en pro de la verdadera Educación.
Las otras me hacen sentir vergüenza de mi profesión.
Esta mañana, por ejemplo, estuve en el cole de un barrio de la periferia. Un barrio desfavorecido, con familias desfavorecidas (paro, desestructuración familair...). Entré, con el profe de EF, en un aula de 3º de Primaria. Veintiún criaturas de ocho y nueve años, sentaditas en fila, separadas unas de otras (para que no hablen, para que no den la lata), haciendo fichas aburridas (fotocopias en blanco y negro), reiterativas, sin sentido (pedagógico). Junto a la mesa de la maestra, una niña se afanaba en copiar doscientas veces (¡doscientas!) "No volveré a mentir". En la última fila, un niño repetía jugada con "No debo jugar al balón dentro del colegio".
(Aula de 2º de EP en el mismo centro)
Es en esos momentos, y otros similares, cuando me gustaría hacer como la directora del cole de Matilda, agarrar a la maestra, o al maestro, por los pelos y lanzarlo por la ventana. O sugerirle, como diz la mi Marcela, que ponga una mercería y deje de joder a criaturas indefensas.
Como no puedo hacer ni una cosa ni la otra he firmado este manifiesto, al que me adhiero al cien por cien: el manifiesto "No es verdad". Porque, verdaderamente, otra escuela es necesaria y posible.
Si os fiáis de mi criterio (pedagógico), si me queréis un poquito, por favor, firmarlo.
*Parpayuela (del bable). 1.Charlar, dar la lengua (hasta por los codos).

26 comentarios:

Irreverens dijo...

Me lo imagino. Los puntos buenos tienen que darte un buen impulso anímico para seguir en esa línea, mientras que los aspectos negativos te soliviantarán lo suficiente para dar todavía más caña al personal.

Me he leído el manifiesto en catalán... Me ha hecho gracia porque está escrito en valenciano.
:)
Para que luego digan que no es lo mismo, jeje.

Un besote y a seguir así de combativa.

Ripley dijo...

Firmaré tu manifiesto. Yo dejo la educación, el aula y me muevo a otra cosa. Estoy demasiado quemada. Necesito respirar. El sistema funciona demasiado mal. he retomado mi doctorado, si vuelvo al aula será en la universidad, que es donde siempre he querido estar. un beso mármara

Jo dijo...

Nos fiamos de ti, nos fiamos.

Firmado.

Más que nada porque acabo de alucinar con lo de las copias de la frase. Pero si eso ya no lo hice ni yo en el colegio... Hacia donde vamos?

mam dijo...

Pues si, otra escuela es necesaría, muy necesaria y ¡ojalá sea posible! yo tengo ya pocas esperanzas.. Pero sinceramente, post como este animan a una.



¡Qué gustazo haberte leido!

Anónimo dijo...

Mármara, hecho está.
Siempre hubo buenos y malísimos profesores... la botica se hace extensiva a toda profesión, pero es verdad que ya hace tiempo que pasó la época de "regla y plana" como método de pedagógico...¡pordios!.
Mucho ánimo y buen trabajo.

Irreverens dijo...

Ah, y que luego lo firmo, eh. Que es que no he terminado de leérmelo.
:)
Un besín

Sandra Sánchez dijo...

Yo desde que terminé mis estudios ya no volví a tener contacto con el mundo educativo, pero por lo que veo debe estar la cosa bastante complicada con la sociedad que tenemos hoy en día.
Menuda labor dura la vuestra, espero que tengais exito en vuestros proyectos por el bien de todos...
Un saludín
;)

Anónimo dijo...

Ya sabes mi opinion respecto de este asunto, así que no digo nada. Sólo escribo para contarte lo que me dijo ayer pequeño Ohne, que necesita sacar sobresaliente en lengua y en matemáticas para que su tía (la que suscribe) le compre un patinete nuevo. Resulta que dice que en matemáticas no va a pasar del notable porque resuelve las divisiones de cabeza y la profesora está empeñada en que tiene que hacerlas como un niño de 8 años "normal", es decir, escribiendo su cajita, sus paréntesis separadores, sus restos y toda la pesca. Me imagino que la buena señora, si hubiera pillado a Mozart por banda, le habría dicho que dejara de componer sinfonías y aprendiera a ejecutar el Himno de la Alegría con la flauta de plástico.

Marcela dijo...

el manifiesto está genial y no hay que olvidar que surge del profesorado, esto lo pongo, marmarita, no por ti, sino para que nadie se olvide que no todo el profesorado somos tan cutre. Enseñar es una de las labores más satisfactorias y más difíciles también, la ayuda de algunas familias lejos de ser buena es incluso negativa y hay muchas situaciones para quejarse, pero quien se instala en la queja pierde tiempo en el trabajo. De ahí que nunca me queje, no tengo tiempo, ni ganas. Soy feliz siendo profe de secundaria y espero seguir siéndolo siempre, y también que la parte cutre desaparezca, lo pediré como regalo de navidad, ajjajajaa.

Mármara dijo...

Pues sí, Irre, sí, las situaciones positivas , que también las hay (hoy, sin ir más lejos, he vivido una estupenda que relataré en breve), me dan muchos ánimos para seguir dando caña al personal.
Qué bien que te hayas decidido a dejar el aula,Ripley, y que puedas parmitírtelo, claro. Ojalá muchas personas que se queman en educación siguieran tu ejemplo.
Pues, mira, Jo, una parte de quienes nos dedicamos a la docencia, va hacia la órbita de la Red IRES, y otra se mueve entre la órbita de basura espacial que gira alrededor del planeta. Esta última parte, vive instalada en la queja, que diría la mi Marcelilla, no da palo al agua (no se forma, no avanza, se mantiene en posiciones pre-conciliares, a Trento), echando balones fuera, culpando hasta al sumsumcorda de su falta de profesionalidad y sintiéndose tan culpable que lo único que puede hacer es es eso, girar entre la mierda.
Gracias por la visita , Mam. No te desanimes, que yo, que estoy dentro, todavía tengo fe, sino ya me hubiera tirado a la ría de Avilés (que sigue estando muy contaminada) y no hubiera podido escribir este post.
Gracias, Alson. Es cierto que "en todas partes cuecen habas", pero hay algunas profesiones en las que la falta de profesionalidad debería considerarse delito. Por ejemplo, en la mía.
No ye tan fiero el león como lu pinten, Pulguina. Tratamos con personas, y en ese trato rigen las mismas leyes que cuando tratamos con otras personas de más edad: respeto y consideración. pero cuando ni respetamos ni consideramos y, a mayores, pretendemos que se nos repete y se nos considere, lo lógico es que nos roompan la baraja y nos la tiren a la cara.
No quiero imaginarme a Mozart en manos de "esa buena señora", Ohne. Vamos, que nos hubiéramos quedado sin el "Requiem". Del modelín de la profe de pequeño Ohne hay para dar y tomar. Y a tomar por donde yo les dijera tendrían que irse. Menos mal que, saque lo que saque en mates, va a tener su patinete nuevo, sino, era para ir y darle con él, con el patinete, digo, en la cabeza y descerebrarla del todo, a la muy jodida.
Ahí le has dao, Marcelilla de mis entretelas. Instalarse e la queja es el recurso de quienes no cumplen con su obligación. Vale, sí, las familias no ayudan, en algunas ocasiones, o dificultan, pero no están en el aula. En el aula estamos nosotras y la responsabilidad de lo que ocurra en ellas es nuestra Y tú, como eres feliz siendo profe de Secundaria, y eso te lo nota tu alumnado a la legua, pues te lo llevas de calle y eres la estrella del insti. Y quien sea fea, o feo, que haga los recaos de noche.

Anónimo dijo...

Sí, tienes razón. Pero estarás conmigo que es del todo inevitable. Eso genera impotencia, pero tú siempbra tu semilla, tu buen hacer que siempre, SIEMPRE germina.
Un besazo cálido de casi verano.

farala dijo...

lo he firmado ya: como docente, madre, estudiante perenne y como ciudadana comprometida, numero 4335.

gracias

yo si que creo que otra escuela es posible, sobre todo si hay interés en sacarla adelante y no en beneficiar a las privadas y concertadas, como pasa tristemente en la comunidad de madrid.

gracias

no permitas que los malos ejemplos te desmoralicen, marmarita

gracias

mam dijo...

uy , lo de no desanimarse ¡qué dificil! si es que desde dentro se ven más las cosas .

Saludos de otra docente
(esto está invadido)

Mari Triqui dijo...

Nada más terminar de escribirte el comentario entraré y firmaré.

Creo que un huerto escolar vale muchísimo más que cien o mil o un millón de fichas; la cantidad de cosas que se pueden aprender al contemplar un triste e insípido calabacín unido a una hermosa flor...

Besos volados.

Marcela dijo...

Ah, se me olvidó decirte marmarita que esa flor me la comí yo en Jaén y aluciné (no es que sea alucinógena, que ya veo a alguna bloguera lanzándose al mercado) de lo buena que estaba rebozada y frita.

Mármara dijo...

En esta vida, Alson, lo único inevitable es la muerte. El resto siempre es posible cambiarlo o, al menos, intentarlo. No es que yo sea una maestra excelente, quizás por eso me dedico, en este momento, a lo que me dedico. Y tampoco soy demasiado buena en eso, me pierde la vehemencia y eso, la mayoría de ls veces, genera resistencias, pero no me desanimo.
Claro que otra escuela es posible, Farala. Quizás necesitaríamos desmontarlo todo, como hicieron en Finlandia, y volverlo a montar desde cero. Y, por supuesto, despolitizar la educación. Lo de la Comunidad de Madrid es, directamente, para ponerle una bomba.
Bueno, Mam, si eres docente ya sabes que el desánimo no es buen compañero de camino. Genera demasiada frustración, que tampoco es compañía agradable y constructiva.
Mañana, que ahora no son horas, te escribiré, Glora, y te mandaré un enlace para que veas lo que puede dar de sí un buen planteamiento medioambiental. Que no digo que no se le pueda sacar rendimiento a un huerto, la gente de la Red IRES se lo saca, pero hay otras cosas. Ahora bien, coincido contigo en que más vale un mal huerto que un millón de fichas absurdas.
Creo que ye un manjar, la susodicha flor, Marcelilla. Y yo sin enterarme. Cuánto tengo que aprender, Santo Cristo, cuánto.

La Macarra dijo...

Bueno bueno. He de decir que yo alguna vez mando copiar pero siempre lo hago como último recurso, cuando no hay manera de que hagan caso por las buenas y cuando los castigos "creativos" (asi llamo a los castigos que me invento sobre la marcha y que no son los típicos) ya han dado de sí.
A ver si tengo un rato y me leo el manifiesto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Y hasta en eso discrepo...fijatetú.

Lena de mar dijo...

Hola Mármara,
llevo intentando firmar el manifiesto dos días (desde mi trabajo) y no sé si he finalizado bien el proceso o no.

Me lo he leído de arriba a abajo y estoy totalmente de acuerdo con lo que dice.

Otra escuela es imprescindible que pueda ser realidad!!!

Abracines

Mari Triqui dijo...

Tengo un premio para ti en mi blog.
Besos

la cocina de frabisa dijo...

Esas flores además de su estética, son muy codiciadas por algunos cocineros, creo que están muy ricas, aunque yo nunca las probé.

Lo de repetir doscientas veces... uffffff, madre mía, ni en mi época se cometían burradas de ese tipo..

Al final, ¿te digo una cosa? por mucho que digan, poquitas cosas han cambiado, la esencia sigue por ahí, apareciendo de cuando en vez.

No tengo tiempo ahora para leer el manifiesto, me lo dejo para uno de estos días.

un besazo

Mármara dijo...

Mira una cosa que te voy a decir, Macarra, desde el cariño, con el debido respeto, sin acritud y por consiguiente:a mí nunca, nunca, jamás de los jamases, los castigos me sirvieron para nada. ¿Y a ti?
Me uno a tu discrepancia, Alson. Para lo único que sirve copiar equis veces es para joder la letra.
Voy por él, Glora. Viniendo de ti es un honor, y un orgullo.
Pues a mí, querida Frab, que soy de tu quinta, me tocó copiar mil veces "No me iré del instituto antes de la hora". Por supuesto, no dejé de "pirar", más bien al contrario. He de mirar de hacere con un flor de calabacín, para rebozarla y freírla, que dice Marcela que así están para chuparse los dedos.

La Macarra dijo...

Pues que quieres que te diga, a mi me funciona, pero ya te digo que este curso solo lo he aplicado 3 o 4 veces y ha funcionado. Es triste pero es la realidad.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Que no coño!. Que discrepo en que seas lo que dices que eres, aunque imagino la tu vehemencia (como buena aries).

Mármara dijo...

Porfa, Macarra, defíneme "funcionar".
Y tú, Alson, has de explicárteme mejor, porque, no sé si por efecto de los restos del resfriado o qué, pero es que no entiendo tu discrepancia. ¿Qué crees que soy?, o, mejor dicho, ¿a qué crees que me dedico?

Anónimo dijo...

jajajajajajajajajajajajajaja
Digamos que hablo de Madrid. Fiu fiu fiu
Tienes razón, tengo una pluma de trapo que no veas.

 
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