No hay cosa que más me guste, además de comer, dormir, desayunar en la cama, leer, hablar, bañarme en la mar —y en la piscina de la mi amiga del alma y la niñez—, ir al cine, tumbarme en sofá a ver mis series favoritas de TV, sentarme bajo la sombrilla —en verano, of course— a dormitar, arrullada por el sonido de las olas, jugar al golf con la mi Marcelilla y lamirmana, reunirme con mi familia, disfrutar de mis amistades, pasear por Xagó en invierno —y en primavera, y en otoño—, jugar al Scrabble, y a las cartas, y al bingo, viajar, y eso que estáis pensando, que recibir.
Me encanta recibir. Recibir visitas. Y si son de blogueras, de esas blogueras a las que llevo leyendo ni sé el tiempo, tanto que me parece que nos conocemos de toda la vida y ya me va pidiendo el cuerpo, y el alma, poner cara a las palabras que me emocionan, me hacen reír y sonreír, estimulan mi imaginación y, a qué negarlo, mi inteligencia, me permiten asomarme a sus vidas, compartir un trocito de la mía, y me acompañan durante las largas noches del invierno, más.
Del mi Cañón del Colorado, que fue la primera en venir, este verano, sólo diré que disfruto de cada uno de nuestros encuentros, que más no puedo disfrutar, aquí, en su planeta murciano y amortizando nuestras respectivas tarifas planas de fijo y de móvil.
Con Castafiore, a quien tenía tantas ganas de conocer, pasé una tarde noche estupenda, que me dejó con las ganas de averiguar de por qué se ríe al verse tan bella en ese espejo, porque lo es, por las fueras y por los adentros, aunque haya tenido tan poco tiempo para adentrarme en los mismos adentros que refleja en su blog.
Me encanta recibir. Recibir visitas. Y si son de blogueras, de esas blogueras a las que llevo leyendo ni sé el tiempo, tanto que me parece que nos conocemos de toda la vida y ya me va pidiendo el cuerpo, y el alma, poner cara a las palabras que me emocionan, me hacen reír y sonreír, estimulan mi imaginación y, a qué negarlo, mi inteligencia, me permiten asomarme a sus vidas, compartir un trocito de la mía, y me acompañan durante las largas noches del invierno, más.
Del mi Cañón del Colorado, que fue la primera en venir, este verano, sólo diré que disfruto de cada uno de nuestros encuentros, que más no puedo disfrutar, aquí, en su planeta murciano y amortizando nuestras respectivas tarifas planas de fijo y de móvil.
Con Castafiore, a quien tenía tantas ganas de conocer, pasé una tarde noche estupenda, que me dejó con las ganas de averiguar de por qué se ríe al verse tan bella en ese espejo, porque lo es, por las fueras y por los adentros, aunque haya tenido tan poco tiempo para adentrarme en los mismos adentros que refleja en su blog.
Conjunto de casas modernistas de la calle S. Francisco
Lo de Pena y Candela, o Candela y Pena, que tanto monta, ha sido la bomba. ¡Santo Cristo de la Agonía, que diría mi tita E, qué risas, qué complicidad, que derroche!
Nunca un par de foriates se habían sumergido con tanto afán en la nuesa fala y la nuestra idiosincrasia. Quisiera que pudierais oírlas aplicando, en su justo contexto, con el más puro acento de la Cuenca, expresiones como “tengo que te lo decir”, “no me joder”, “falta-i una patatina pa facer el kilu”, o “esta camisetina, qué tactu tan amante… ¿comprásti-la’n Los Telares?”.
Nunca un par de foriates se habían sumergido con tanto afán en la nuesa fala y la nuestra idiosincrasia. Quisiera que pudierais oírlas aplicando, en su justo contexto, con el más puro acento de la Cuenca, expresiones como “tengo que te lo decir”, “no me joder”, “falta-i una patatina pa facer el kilu”, o “esta camisetina, qué tactu tan amante… ¿comprásti-la’n Los Telares?”.
Al decir, que hasta se les ponían los vellos como escarpias escuchando la gaita, les vaqueires del mi güelu y el himno de Asturias...
Calderada de pescado, versión veraniega
Y ya, pa rematar, se comieron hasta la última patatina del platín de pescao que les puse, arrebañaron la salsa, no dejaron ni un frixuelu, y hasta me dejaron contarles, con pelos y señales, sin omitir detalle, la historia que reflejan los monumentos de mi ciudad ¿No ye pa idolatrales? Ye. Y no tien por mal que paecer a naide.
*Foriates. (del bable). Forasteras.
Y ya, pa rematar, se comieron hasta la última patatina del platín de pescao que les puse, arrebañaron la salsa, no dejaron ni un frixuelu, y hasta me dejaron contarles, con pelos y señales, sin omitir detalle, la historia que reflejan los monumentos de mi ciudad ¿No ye pa idolatrales? Ye. Y no tien por mal que paecer a naide.
*Foriates. (del bable). Forasteras.
19 comentarios:
si es que eres una buenísima anfitriona
y a la que da gusto conocer y deja un buen recuerdo, esa eres tú
achuchón
Fíaaaaaaa, ye la bomba la tu crónica asturiana. Me he quedado este verano con las ganas de ir con la mi Drac a ver las mis tías. Pero si es viable el próximo otoño espero verte y tomarnos una compuesta en La Paloma.
Un besuco
Ye pa idolatrales, fía, ye. Qué genial lo pasamos ¿eh? Y cómo cocinas, marmarita, que entra el hambre viendo otra vez ese platoooo.
Querida Marmarita... para comerse hasta TODO lo que nos pusiste por delante no hace falta demasiado. ¡Estaba todo de varias estrellas michelin!
Personalmente recordaré estos días como algunos de los más felices de los últimos tiempos, tengo que te lo decir ;)
Eres una luna marmarita, vaya fortuna el haberte conocido. Bien dicen que más vale tarde que nunca, besitos
Amos a ver: se me hacen los dientes largos solo de imaginarme allí con vosotras! Se me resiste por segundo año consecutivo lo de ir a Asturies... Esta vez por causas mayores, se comprende. Pero marmarita, te aviso, enseguida que la madre universa se confabule a nuestro favor, allí que vamos a conocerteeeeee.
Abracinos!!!
has cocinado tú esooooooooo? qué pinta tienes por dios¡
Mármara, me consta que la inmersión lingûística ha sido total porque días después Pena todavía me decía que "je un poco margaritu".
No os imaginais lo contentas que han vuelto tanto Candela como ella!!
Desde luego fía que esos planes apetecen, con platín de calderetada y todo...buena charla, buena compañía, buena comida...qué más se puede pedir oh???
:)
Marmarilla, fia, estos días han sido un regalo caído del cielo para mí y tú eres una sorpresa andante. Quiero comer más de tus comiditas ricas y además verte muchas más veces, pero aquí si es posible... ¿lo será? (lo de tus comiditas puede ser aquí también, aunque yo puedo preparar alguna cosita de por estas tierras, ehh?) Beso GRANDEEEEE
Ay pero que bien me lo pasé, con tantos cuidados más que acogida, me sentí adoptada, Marmarita. Qué pena que fuera tan breve.
Al día siguiente pase por tu tahona, y me llevé el bollu mas grande de avilés para el camino (hoy me desayuné las ultimas miguitas antes de llegar a ribadeo).
Un beso enorme desde santander.
Y es que ellas ya no son foriates en tu corazón...
Qué veranazo! Vamos, digo yo.
Ante lo que parece una sopa de mariscos bien cargadita yo ya me he derretido, este verano no que ya no hay pasné pero un año de estos juro que te visito y quiero lomismo.. besos guapa
Ya te digo si tiene todo buena pinta, que dan ganas de rechupetear la pantalla, y la compañía de matricula de honor. Pa cuando una visitilla por los mandriles?
Gracias, iTxaro :)))) Sepas que siempre nos acordamos, Marcela y yo, del día que compartimos, hace ya... Y que de la que mejor recuerdo tenermos, con muuuuuucha diferencia, es de ti.
Aquí os espero, Blaucita, para tomar el vermut de La Paloma, la sidra en la calle Gascona, los aroces de La Más Barata y toooooodo lo que se tercie (que siempre se nos tercia mucho y muy bueno, por cierto).
No es que quiera quitar mérito a mis habilidades culinarias, pero cocinar para paladares tan agradecidos es muy estimulante, a la par que sencil-lio, Marcelilla.
Los días que compartimos, Pena, han sido de los más especiales de este verano fantástico que estoy pasando. Tenía tantas ganas de conocerte en persona, que disfruté cada minuto como el regalo que era.
Que se confabule muy pronto, la Madre Universa, para que podáis venir, Lenita, que ya me está tardando daros una abrazo en vivo y en directo.
Lo he cocinado yo, Bo. Es uno de los (pocos) platos estrella que salen de mi cocina. Que cocino poco, la verdad, pero cuando me pongo...
Sí que lo imagino, Chris, porque igual de contenta me quedé yo después de disfrutar de su compañía. Respecto a lo de la inmersión linguística, sí, la verdad, fueron unas alumnas excelentes.
En efecto, Pulga, no se puede edir más.
Un pedazo de regalo, sí señora, conocerte en persona, Candelilla, y comprobar que el feeling que sentía al leerte no era nada comparado con el que sentí alestar contigo, que, en verdad, tal pareciera que nos conociéramos de la vida entera. Por supuesto que habrá más veces, ¡vaya si las habrá! Aquí y allí, no lo dudes.
Ciertamente, Casta, una pena que fuera tan breve. Yo también me lo pasé de maravilla, y me dio mucha pena que tuviera que ser todo tan breve. Pero, ahora que ya nos hemos visto las caras, me late que tendremos más oportunidades de profundizar, valiente y aguerrida cántabra.
Ahí l'has dao, Repo. Ahí, l'has dao.
No te lo puedes ni imaginar, Dintelilla. Vamos, ni en mis mejores sueños.
Dear Ico: en el pie de foto de "lo que parece ser una sopa de mariscos", aparece el nombre del platillo: "Calderada de pescado".
Por qué no decirlo, Kali, saliome estupenda la calderada y muy ricos los frixuelos. La próxima vez que os dejéis caer por estas tierras, la tuya y tú, prometo cocinar para vosotras. ¿Los madriles? No sabes las ganas que tengo, guapa.
Jajaja...todo un idioma nuevo!! Cuánta complicidad, cuánto cariño, cuánto buen rollo...qué maravilla!! Para que después digan que el mundo virtual no es real... Espero poder compartir un encuentro algún año con ustedes :-) Un abrazo
En efecto, Kika, en efecto, una maravilla compartir tiempo, risas y complicidades con mujeres a las que nunca hubiéramos tenido la oportunidad de conocer si no hubiera sido por este milagro que es Internet.
Y, ya sabes, si alguna vez te pasas por el Norte, aquí nos tienes.
Opino como Casta, yo me siento como adoptada cuando voy allí entre la pastora Marcela y tu. Me siento como si tuviera siete años y me mandaran mis padres a conocer mundo. Me dan bien de comer, me pasean, me muestran jardines... cómo me gustó la explicación del por qué un árbol aquí y no allí, cómo me gustó volver a ducharme en esa selva y desayunar con mantel... cómo me gustó volver a encontrarme con vosotras!
:)
Publicar un comentario