He aquí a quienes Limpian, fijan y dan esplendor a nuestra lengua castellana. ¿Y todavía nos extrañamos de que nuestro diccionario de referencia sea el más machista y retrógrado de los diccionarios?. Bueno, si exceptuamos el de Corripio, claro está.
Pues sí, Yo, la peor de todas, a las tres mujeres Académicas de Número ni se las ve ni se las oye ni ná de ná. Ana Mª Matute, la pobre, porque está enfermísima desde hace años; Margarita Salas, porque bastante tiene con batirse el cobre en el campo de la Biología Molecular, y a Carmen Iglesias, que también es académica de Historia (con los resultados ya conocidos y mostrados en este blog), pues, ya ves, a las pruebas nos remitimos.
3 comentarios:
Sí, deberían de cambiarle el nombre a la Academia, incluso se le pueden respetar las siglas, para que no tengan que gastarse la pasta en las tarjetas: "RANCIA ACADEMIA de ESTEGOSAURIOS", como que les pega mucho más.
Más vale acogerse al María Moliner, la RAE es la policía de la lengua y encima con prejuicios. Ya sabemos de qué pie calza García de la Concha (ya dicen bien que desde que esta él la Real Academia ha pasado a ser Academia Real). En la edición de 1992 todavía se aceptaba, por ejemplo, una acepción de judío como sinónimo de avaro. Retrógrados, machistas, racistas y clasistas. El problema es que desde el punto de vista educativo estas cosas se quedan en los tiernos cerebelos de nuestros cachorr@s. Te dejo una bonita reflexión de V.García de la Concha:
"La lengua no es pura matemática. El Instituto de la Mujer nos pidió hace años un dictamen sobre la feminización de los títulos, rector, rectora, director, directora... O médico, médica, bien, no hay inconveniente, y sabe lo que ocurrió, que una buena parte de las mujeres que ejercen la medicina prefiere llamarse la médico, y el pueblo, listo, en la duda, dice la doctora. O sea, los hablantes dan un corte de mangas a quienes andan discutiendo y se van por la tangente"
jajajajaja pelotas fuera qué vamos a esperar!
Lo de Victor Gcía. de la Concha, en efecto, no tiene pase alguno. Sólo que no sabe con quién se las gasta, don Victor. La educación está en manos de mujeres que, cada día, vamos minando un poquito más el androcentrismo, de fondo y de forma, y no sólo en el lenguaje. Y es esa Academia Real la que se va a tener que tragar sus memeces no tardando mucho (espero y confío).
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