¿Hay alguien que no conozca este bonito cuento infantil? ¿Hay alguien que no lo haya leído durante su infancia, o que no se lo haya leído o contado a las criaturas de su entorno, cuando aún no sabían leer, apoyando su narración en las imágenes del cuento?
Las imágenes valen más que mil millones de palabras. El poder de las imágenes es infinitamente superior al de la palabra. Las imágenes van directamente a la parte del cerebro en la que se cocinan nuestras emociones, a esa parte en la que vamos fraguando nuestra idea del mundo.
A través de la imagen se transmiten y se contribuye, de una forma contundente y definitiva, a perpetuar los estereotipos de género que tanto daño hacen a unas y a otros.
Desde la más tierna infancia, las niñas y los niños van configurando, con ayuda de los cuentos infantiles, esa construcción cultural a la que llamamos género.
He aquí un inocente cuento infantil, uno de tantos. En esta ocasión no voy a ofreceros mi versión (quizás en otro momento), voy a pediros que, si os apetece, hagáis un pequeño análisis de esta, insisto, inocente imagen. Ya me contaréis, si queréis.
15 comentarios:
Buenos días!
Cuando he abierto tu blog, esperaba encontrar la foto de tu tía, me gusta, era-es una mujer valiente, calificativo que es poco usado para definir a las mujeres.
Me interesa mucho "educar en la igualdad", por eso me interesa tu blog. Me has dejado pensando... los tres ositos... a mi hijo le encantaba este cuento...
Cuanto daño nos hace a las personas lo que mamamos, invisible y sutilmente de pequeños.
Un abrazo.
Gracias, Glora. Es una foto muy guapa, sí y muy representativa de sus últimos años. Si la he quitado ha sido porque, aunque me ayudó mucho hablaros sobre ella, prefiero devolverla a la intimidad.
Tienes mucha razón cuando te refieres al daño que nos hace todo lo que se ha ido colando en nuestra conciencia de esa forma sutil e imperceptible. Y lo que se sigue colando.
Por eso conviene revisar y reflexionar sobre los estereotipos, para poder pillarlos y romperlos en mil pedazos.
Vale, ahí voy...Yo creo que de esta imagen si dejo la historia a un margen saco: las chicas rubias son unas asquerosas promiscuas que se meten en la cama de cualquiera y que tientan a menores masculinos que con su inocente visión son capaces de apreciar que está mal que una chica se meta en la cama.
Además el padre oso mira enfadado y la mamá osa muy disgustada y preocupada por la actitud de la chica.
Conclusión: CHICA, NO TE ACUESTES EN NINGUNA CAMA CON LIGEREZA, Y CHICO RECHAZA A LAS FACILONAS.
Canija, qué mal estás! jajaja
Los padres gruñen, las madres se disgustan, y los niños pequeños si quieren algo que griten y lloren.
Saludos, un placer descubrirte.
jajajaja La Canija le sacó las historias paralelas que se cuecen tras las puertas cerradas... jajajaja
Yo veo lo que Kansspel.
Un saludo!!!
Canija, me has dado qué pensar, sobre todo yo diría entonces que la moraleja es "rubia no te acuestes con osos" Claro que todas las niñas deben tener eso claro ¿no? Sobre todo porque hoy en día ¿dónde carajo encuentras una familia de osos?????
Cuando mi sobrina Alba era más pequeña cogía los típicos cuentos y en vez de leérselos me los inventaba. Luego llegaba su padre y cuando se los leía al pie de la letra se enfadaba y le decía que no sabía leer, que el cuento no era así. Era divertidísimo!
Por cierto, me encantaría leer tu versión del cuento, después del de "La bella durmiente" estoy segura de que será muy interesante :)!
Esto de lo que se nos va quedando en el subconsciente es bien curioso, oyes. La Canija hace una interpretación de la imagen que no tiene desperdicio y Marcela, como siempre, da una vueltecilla de tuerca más.
Ahora bien, yo coincido más con Kansspel y Morgana. No hay ni una sola de las imágenes con las que se ilustran los cuentos infantiles que no esté cargada de simbolismos. Simbolismos que contribuyen a transmitir y perpetuar los estereotipos de género (entre otras "cosillas"), con el agravante de que a casi nadie se le ocurre plantearse que un cuento pueda ser tan condenadamente nocivo.
Y más, porque como cuenta La Otra Orilla, las criaturas que no saben leer se montan sus propias historias con esas imágenes.
Por cierto, otra pistilla más sobre las imágenes: ¿qué me decís del vestuario?
Yo también venía dispuesto a decirte algo sobre tu tía, y por cierto, por una parte puede que te haya ayudado contar y poner la foto de ella pero yo pensé que quizás no era buena idea.
En cuanto a lo de los cuentos y lo de los libros no se si es una batalla perdida pero haces bien en luchar y luchar, yo mirando los libros de mi hija he podido constatar que la mayoría de los que intervienen son hombres y sobre todo he podido ver que cuando se dan las partes del cuerpo las del hombre se dan todas, de la mujer falta siempre una, por lo menos en los libros que yo he visto de mi hija las mujeres no tienen clìtoris, siempre me he preguntado por qué, quizás alguien me lo diga.
Un saludo
Sólo se pierden las batallas que no se inician, Chus. Y ésta es una carrera de fondo, una especie de Maratón en a la que cada día se une más gente. Gente como tú, que muestra su interés y sensibilidad hacia la cuestión, que se hace preguntas, que intenta encontrar respuestas y, sobre todo, cambiar lo que esté en su mano. O por poner un simil más gráfico, la coeducación se parece mucho a esa piedrecita que tiras en el medio de un estanque, cuyas ondas llegan hasta la orilla.
Así que cada cual tiene que ir haciendo su propia labor, sin prisa, pero sin pausa, e intentando contagiar a quienes tiene a su alrededor. Yo, a través de este blog, de mi trabajo, de mis relaciones personales. Y tú, como lo consideres más oportuno.
respecto a la ausencia del clítoris en los libros, ten en cuenta que lo que aparece en ellos es el aparato reproductor, tanto el masculino como el femenino. El clítoris es un órgano cuya única función es producir placer, y el placer de las mujeres no es algo que se haya tenido en cuenta, si no es para cercenarlo.
Me encantan tus reflexiones marmarita. Yo tengo una pelea continua con alumnos y gente a mi alrededor con respecto a los estereotipos, me pongo de uñas cuando algún padre dice que a su niño no se le compra una sillita de bebé como juguete porque es de niña y yo les digo que flaco favor le hace a su hijo cuando le dice eso y luego su hijo/a ve cómo su padre empuja el carrito, cómo su madre conduce, su padre pasa la aspiradora y tantas cosas que nos demuestran que lo que decimos y hacemos no van en consonancia, que los tiempos han cambiado y que hay que educar, tal como tu dices EN IGUALDAD; los cuentos también deben hacerlo. un beso ( y no pienso que eres una quisquillas, que me gustan los comentarios que me dejas)
Si, en las clases de sexo, lamentablemente, sólo se dá el aparato reproductor, en el del hombre con todo lo de alrededor, en la mujer también, menos esa parte tan cercana, tan del aparato reproductor, aunque no sirva para reproducir propiamente, de todas las maneras, ni en las clases de sexo, ni en anatomía, en ninguna parte, aparte de otras consideraciones, es, para mi como si les dijesen a las mujeres que de eso ni hablamos, como si no existiese, que te eduques sobre eso en el mercado negro, como para avergonzarse hasta de hablar de ello. Ya sé que en clase es difícil hablar de sexo y sé que es de mucha más dificultad hablar de eso pero alguna forma habrá que buscar, creo yo.
De todas las maneras habrá que seguir con la guerra de la igualdad y perder y ganar batallas, eso demuestra que estamos vivos, que tenemos pensamiento crítico.
Un saludo
Ese cuento era uno de mis favoritos de peque...y fíjate que ya ni me acordaba de él...
Es que, amables y gentiles visitantes, la coeducación (ruptura de estereotipos, lenguaje sexista, igualdad de oportunidades...) y uno de sus efectos colaterales, el sexo, es uno de los temas que más ampollas levanta.
Un suponiéndonos: nadie pone ni medio reparo en incorporar a su vocabulario términos como email, braingstorm, updates e incluso, como le oí yo una vez a uno, refiriéndose a un tipo de CD, printable (¡toma ya, kas manzana!). Ahora bien, en cuanto nos metemos con el masculino genérico... vamos, que hasta el mismísimo Nebrija se revuelve en su tumba.
Del sexo no puedo hablar ahora, que estamos en horario infantil.
Encantada de leerte!!!
Un saludo!
Publicar un comentario