miércoles, diciembre 21, 2005

La vida perversa de las palabras

¡Mujer tenía que ser!
¡CALLA!, que tú de eso no entiendes.
Se te va a pasar el arroz.
Es que, no es lo mismo tener una hija que un hijo.
A mí no me torea ninguna mujer.
En mi casa los pantalones los llevo yo.
Se viste así para que la miren.
No me extraña que la hayan violado, iba pidiendo guerra.
Y todavía hay mujeres que dicen que el lenguaje no importa.

3 comentarios:

yo, la peor de todas dijo...

lenguaje abyecto que todavía se sigue pronunciando sin valorar sus consecuencias

Mármara dijo...

Lo que peor llevo, La Peor, es que, precisamente, sean algunas mujeres las que desprecien el valor del lenguaje en la construcción del pensamiento, en las transmisión de estereotipos, en la perpetuación de los roles sexistas. ¡Lo llevo de mal!

yo, la peor de todas dijo...

yo también llevo mal esa faceta, por eso me acusan tan a menudo de radical, tu última frase la comparto al cien por cien: "Y todavía hay mujeres que dicen que el lenguaje no importa"

 
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