sábado, enero 14, 2006

La vida secreta de las imágenes publicitarias


Probemos a intercambiar la edad de quienes protagonizan este anuncio. Imaginemos que la novia tiene la edad del novio, y viceversa, ¿qué efecto produciría? ¿Nos parecería igual de bien que él tuviera veintipocos y ella sesenta y pico? Va a ser que no, evidentemente. Ella sería una "asalta cunas", una depravada, millonetis, que ha logrado cazar al muchacho por su dinero, y él, un chulo, o un gigoló, o un imbécil.
Si el Observatorio del Instituto de la Mujer no sólo obligara a retirar campañas como ésta, y otras muchísimo más sangrantes, sino que pusiera multas ejemplarizantes, ya veríamos cómo se iban a cuidar, muy y mucho, de seguir promocionando sus productos como lo han hecho hasta ahora.
(Dedicado a Marcela, que me ha regalado las gafas con los cristales color lila y todas las imágenes publicitarias que he subido a esta bitácora, fruto de sus investigaciones)

4 comentarios:

yo, la peor de todas dijo...

interesante que hayas seleccionado este anuncio porque me he fijado también en él y opino lo mismo que tú. Busquemos un anuncio que no caiga en topicazos, a ver si lo encontramos

Mármara dijo...

Habelos, haylos, pero pocos aún, por desgracia.

Marcela dijo...

Gracias, Mármara por dedicarme el texto, te lo agradezco de veras; entre todas tenemos que seguir poniéndonos las gafas lilas para desenmascarar a quienes nos quieren tratar mal.

Mármara dijo...

No hay de qué, compañera. Lo que ye, ye, y si las imágenes son tuyas, es justo que lo diga. Como también es justo reconocer la intensa labor que realizas a diario en pro de ésta, nuestra causa y la cantidad de gafas con cristales lila que repartes a diestro y siniestro a propias y extrañas. Que decía Carmen Maura, en aquel famoso anuncio, "Tacita a tacita...". Ya verás como, poco a poco, la vida se irá volviendo del color con el que la miramos. Seguro que sí.

 
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